No existe hasta el momento una cura definitiva para la enfermedad de Alzheimer, pero sí se ha venido trabajando con un enfoque diferente para aliviar los síntomas de este trastorno que cambia las vidas de las personas.

Se ha identificado que las poblaciones que habitan la región mediterránea tienden a vivir más tiempo y sin enfermedades en comparación con los estadounidenses. En su momento, se creía que esto se debía a las condiciones medioambientales, pero, según estudios realizados, se debe a las dietas que se consumen.

Estudios han revelado que las poblaciones que consumen una dieta saludable tienden a tener tasas mucho más bajas de enfermedad de Alzheimer en comparación con las que no lo hacen. | Foto: COPYRIGHT DAZELEY NOT ASSIGNED

Las dietas

1. La dieta DASH es baja en sal y alta en frutas, vegetales, granos integrales, lácteos bajos en grasas y proteínas magras. DASH corresponde a las siglas en inglés de Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión (Dietary Approaches to Stop Hypertension).

2. La dieta estilo mediterráneo tiene menos carnes y carbohidratos que una dieta estadounidense típica. También tiene más alimentos a base de vegetales y grasa monoinsaturada (buena). Las personas que viven en Italia, España y otros países en la región mediterránea han comido de esta manera durante siglos.

Los hallazgos tienen que ver con que ambas dietas previenen o retrasan el avance de la enfermedad de Alzheimer, pero quienes la padecen pueden tener una reducción en el progreso de la misma.

Para seguir la dieta DASH, se debe consumir una gran cantidad de:

  • Vegetales y frutas sin almidón

Consumir porciones moderadas de:

  • Productos lácteos sin grasa o con un bajo contenido de grasa
  • Granos integrales
  • Carnes magras, aves, frijoles, alimentos de soya, legumbres, y huevos y sustitutos de huevo
  • Pescado
  • Nueces y semillas
  • Grasas saludables para el corazón, como aceite de oliva y canola o aguacates
La dieta Dash asegura mejorar la presión arterial en tan solo dos semanas. | Foto: Montaje: Getty Images

Reducir estos alimentos:

  • Los caramelos y las bebidas azucaradas
  • Los alimentos con alto contenido de grasas saturadas, tales como productos lácteos ricos en grasa, comidas grasosas, aceites tropicales y la mayoría de refrigerios empacados
  • Consumo de alcohol

Tener en cuenta

Toma cierto tiempo acostumbrarse a la dieta DASH, así que comience lentamente con sus cambios en la dieta. Dado que los granos enteros y la fibra pueden causar exceso de gas y eructos, comience lentamente con estos alimentos.

Al continuar con esta dieta se pueden notar reducciones de la presión arterial y se ha evidenciado que puede prevenir ciertos cánceres, una notable reducción en enfermedades cerebrovasculares y cardíacas. No hay que dejar de lado que se debe seguir haciendo una actividad física para complementar esta dieta.

Dieta mediterránea

La dieta mediterránea se ha asociado con beneficios para retrasar el deterioro cognitivo leve (MCI) y prevenir la enfermedad de Alzheimer.

Investigaciones indican que seguir esta dieta, caracterizada por un alto consumo de alimentos como pescado, frutas, verduras y grasas no saturadas, así como un bajo consumo de productos lácteos y carne, junto con una ingesta moderada de alcohol/vino, puede retrasar el MCI y prevenir el deterioro cognitivo en personas sanas.

Alimentos saludables, que forman parte de una dieta mediterránea, dispuestos para crear una forma de corazón, caballa (pescado), pimientos de Ramiro, pimientos morrones, tomates, aceitunas nocellara y leccino, espárragos, zanahorias, coles de Bruselas, berenjenas, cebollas rojas, aguacates. , judías verdes, espinacas, maíz, brócoli, papas, ajo, fresas, arándanos, uvas rojas, plátanos, naranja, nueces pecanas, nueces, semillas de calabaza y semillas mixtas. | Foto: Rosemary Calvert

La dieta consiste en estos alimentos que ayudan a reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer:

  • Consumir al menos 3 porciones de granos integrales al día
  • Comer vegetales de hojas verdes 6 veces a la semana
  • Agregar frutas a su dieta
  • Reducir el consumo de carne roja
  • Comer pescado al menos 2-4 veces a la semana
  • Consumir productos lácteos bajos en grasa dos veces por semana
  • Incluir fibra en su dieta (por ejemplo, frijoles)
  • Comer una variedad de nueces con regularidad
  • Limitar el consumo de alimentos fritos y comida chatarra
  • Usar aceite no saturado para cocinar (por ejemplo, aceite de oliva)
  • Limitarse a una sola copa de vino todos los días
  • Dejar de fumar
  • Hacer ejercicios físicos