La importancia de trabajar esta zona radica en reducir los dolores y prevenir molestias futuras. A diferencia de los músculos dorsales que se pueden ejercitar con fuerza y peso, para la zona lumbar, los expertos recomiendan ejercicios que se centren en su fortalecimiento y estiramiento.
La revista estadounidense GQ resalta la relevancia de los ejercicios para la espalda alta en la búsqueda de una figura definida y marcada, mientras que los destinados a las lumbares se centran en estirar y fortalecer la espalda y los músculos de soporte.
Los especialistas señalan la importancia de la orientación profesional al elegir una disciplina adecuada para fortalecer la zona baja de la espalda. Actividades de bajo impacto como la natación, yoga o pilates suelen ser recomendadas para este propósito.
Los ejercicios de estiramiento, como rodilla al pecho, giratorio de la región lumbar, flexibilidad para la región lumbar, puente y posición del gato, son algunas opciones efectivas para aliviar el dolor en la zona baja.
La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos ofrece una guía práctica de ejercicios para aquellos que han sufrido lesiones en esta área. Recomiendan realizar ejercicios de 10 a 30 minutos, de una a tres veces al día, para fortalecer la parte baja de la espalda y facilitar la recuperación gradual.
Entre los ejercicios recomendados se encuentran movimientos como bombear con el Tobillo, deslizar el Talón, así como ejercicios con una pelota grande para recuperar la zona, tales como estirar los brazos alternativamente, sentarse sobre la pelota con caderas y rodillas dobladas, o incluso caminar hacia adelante y atrás apoyándose en la pelota.
Estos ejercicios, supervisados y adaptados a las necesidades individuales, pueden contribuir significativamente a fortalecer la zona lumbar y mejorar la calidad de vida de quienes padecen dolores crónicos en esa área.
Ahora bien, ¿qué es lo que se debe hacer en caso de sufrir algún dolor lumbar?
En caso de que las personas presenten dolor o molestias en la espalda, lo primero que recomienda es tener un descanso adecuado, además, utilizar las medidas de autocuidado que sean necesarias, las cuales contribuirían a aliviar esa molestia.
Por ello, para alcanzar ese objetivo se recomienda realizar un reposo relativo en una posición que sea cómoda, al igual que evitar actividades que puedan empeorar el dolor, tales como levantar objetos pesados o realizar movimientos bruscos.
Otra de las opciones que se pueden llevar a cabo es aplicar una almohadilla caliente o una bolsa de hielo en la zona afectada, esto podría proporcionar un alivio temporal.
Cabe resaltar que la visita regular a un médico también es importante, pues este especialista es quien determina si es necesario tomar medicamentos para el dolor o la inflamación, al igual que un fisioterapeuta, pues este podría ayudar a desarrollar ejercicios y técnicas de estiramiento específicos para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad.