El cáncer es una enfermedad que puede afectar a personas de todas las edades, razas y géneros. Sin embargo, existen factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollarlo.
Las estadísticas revelan que la tasa de incidencia del cáncer, es decir, la cantidad de casos nuevos, aumenta considerablemente con el paso de los años.
Si se calcula el número de casos por cada 100,000 personas, los datos son reveladores. Hasta los 20 años, se encuentran menos de 25 casos de cáncer; sin embargo, entre los 45 y 49 años, esta cifra asciende a alrededor de 350 casos. A partir de los 60 años, la cifra se dispara a más de 1000 casos por cada 100,000 personas.
De acuerdo con los datos estadísticos más recientes del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER) del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), la mediana de edad en la que se recibe un diagnóstico de cáncer es de 66 años.
Patrones en diferentes tipos de cáncer
El patrón de diagnóstico relacionado con la edad es consistente en muchos tipos de cáncer comunes. Por ejemplo, la mediana de edad en el momento del diagnóstico es de 62 años para el cáncer de mama, 67 años para el cáncer colorrectal, 71 años para el cáncer de pulmón y 66 años para el cáncer de próstata.
Esto puede deberse a varios factores, como los cambios en el cuerpo relacionados con el envejecimiento, la acumulación de exposiciones a carcinógenos a lo largo de la vida y las variaciones genéticas que aumentan el riesgo con la edad.
Cánceres que afectan a todas las edades
Aunque la edad avanzada es un factor de riesgo importante, es fundamental destacar que el cáncer puede diagnosticarse a cualquier edad.
Algunos tipos de cáncer afectan predominantemente a niños y adolescentes. Por ejemplo, el cáncer de hueso se diagnostica con mayor frecuencia en menores de 20 años, y aproximadamente el 25 % de los casos se presentan en este grupo de edad. Además, el 12 % de los casos de cáncer de encéfalo y otros cánceres del sistema nervioso se diagnostican en niños y adolescentes, mientras que solo el 1 % de todos los cánceres se diagnostica en este grupo de edad.
Factores de riesgo adicionales
Además de la edad, existen otros factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar cáncer. Estos factores incluyen:
Historia familiar: Tener antecedentes familiares de cáncer puede aumentar el riesgo de padecer la enfermedad. Esto puede deberse a la herencia de mutaciones genéticas que aumentan la susceptibilidad al cáncer.
Exposición a carcinógenos: La exposición a sustancias químicas carcinógenas, como el tabaco, el asbesto y productos químicos industriales, puede aumentar el riesgo de cáncer.
Radiación: La exposición a la radiación ionizante, ya sea por razones médicas o ambientales, puede aumentar el riesgo de cáncer, especialmente en órganos y tejidos sensibles a la radiación.
Hábitos de vida: El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la falta de actividad física y una dieta poco saludable son factores de riesgo modificables que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar cáncer.
Infecciones crónicas: Algunas infecciones virales crónicas, como el virus del papiloma humano (VPH) y el virus de la hepatitis B y C, pueden aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
La importancia de la prevención y la detección temprana
Si bien la edad es un factor de riesgo que no se puede cambiar, existen medidas que las personas pueden tomar para reducir su riesgo de cáncer. Estas incluyen llevar un estilo de vida saludable, evitar la exposición a carcinógenos conocidos, recibir vacunas contra infecciones virales relacionadas con el cáncer y someterse a exámenes de detección de cáncer recomendados según la edad y el sexo.