Los poros de la piel no solo lo protegen contra los agentes agresivos del ambiente, sino que también ayudan a regular la temperatura corporal. Si se dilatan aparecerán los temidos puntos negros y el acné.
Según el área donde se encuentren ubicados, estos pueden ser más notorios que en otras, pero todo ello dependerá de las glándulas sebáceas y los cambios hormonales.
Algunos de ellos tienden a dilatarse, en especial los que están en la “zona T” del rostro, la espalda y los brazos, con lo cual se aumentan los puntos negros, los barros y las espinillas. Una manera natural de evitarlos es con el uso de mascarillas caseras, que gracias a sus ingredientes, le ayudarán a reducir su tamaño de forma eficaz.
Tomate y limón
Para reducir el tamaño de los poros, utilice el tomate, el cual contiene ácidos naturales y polifenoles que luego de asimilarse, favorecen la piel. Y combínelo con el limón, con el cual podrá remover el exceso de grasa y otros residuos que provocan puntos negros y espinillas.
Para esta mascarilla necesita 1 tomate maduro y el zumo de ½ limón.
Debe triturar el tomate maduro y después mezclarlo con el zumo de medio limón. Luego de desmaquillarse,, debe frotar la mascarilla por todo el rostro, enfocándose en las zonas con los poros dilatados.
Déjela actuar 20 minutos y lávese. Lo recomendable es usarla 3 veces a la semana y solo utilizarla en las noches.
Harina de almendras y miel
Por sus propiedades exfoliantes y reparadoras, la mascarilla de almendras y miel limpia los poros poros obstruidos mientras regenera las células.
Tiene ácidos grasos, aminoácidos y enzimas que favorecen la actividad de las glándulas sebáceas, reduciendo así el exceso de sebo o la resequedad. Para prepararla requiere de 1 cucharada de harina de almendras y 2 cucharadas de miel. Luego de combinar los ingredientes, predisponga su piel para aplicarla.
Recuerde que su cara debe estar completamente limpia, al aplicar la mascarilla primero frote el producto por las áreas que desea tratar, y realice masajes circulares por 3 minutos. Para retirarla solo requiere enjuagar con agua tibia y repetir su uso 3 veces a la semana.
Yogur y aceite de caléndula
El ácido láctico del yogur natural ayuda a restablecer el pH natural de la piel, además se encarga de sellar los poros dilatados y reduce el acné.
El aceite de caléndula tiene poder antibacteriano y antiinflamatorio, el cual protege contra las infecciones y las agresiones externas.
Para prepararla necesita de 3 cucharadas de yogur natural y 1 cucharadita de aceite de caléndula. Al mezclarla debe poner los ingredientes en un cuenco y luego extender la mascarilla sobre las zonas deseadas. Deje actuar 40 minutos y luego enjuague con agua tibia. Realícela 3 veces a la semana.
Leche de coco y agua de rosas
Al mezclarlo con el agua de rosas, obtendrá un tónico astringente e hidratante, ideal para limpiar los poros y regular las glándulas sebáceas.
Necesita de 5 cucharadas de leche de coco y 3 cucharadas de agua de rosas. Incorpore los ingredientes en un recipiente y mézclelos hasta obtener un producto homogéneo.
Frote la mezcla por todo el rostro, deje actuar 30 minutos, enjuague con agua fría y retire los excesos con un paño húmedo. Puede usarla 3 veces a la semana.
Clara de huevo y zumo de limón
En esta combinación hay vitaminas, minerales, que pueden regenerar y limpiar los poros obstruidos y dilatados.
Su aplicación regular mantiene la dermis libre de exceso de sebo. Para esta mascarilla necesita de 1 clara de huevo y 1 cucharada de zumo de limón.
Bata la clara de huevo y mézclela con el zumo de limón, luego aplíquela, déjela actuar por 40 minutos y luego retírela con abundante agua tibia. Úsela solo en las noches, 2 veces a la semana.