Al bicarbonato se le atribuyen muchos poderes curativos para diferentes molestias. De acuerdo con expertos, se puede utilizar para evitar la acidez de estómago, blanquear los dientes y hasta para acabar con algunos parásitos.
- Alivia la acidez estomacal y los problemas de gases.
- Tiene la capacidad de combatir ciertos parásitos y hongos, motivo por el cual se utiliza en la fabricación de pastas dentales.
- Ayuda a equilibrar el pH del organismo, contribuyendo a su funcionamiento óptimo.
- Puede reducir la formación de cálculos renales, proporcionando alivio a aquellos propensos a esta condición.
- Se cree que mejora el rendimiento deportivo, al retrasar la producción de ácido láctico y, por ende, la fatiga muscular.
- Ofrece un alivio a los síntomas asociados a resfriados o catarros.
Sin embargo, es crucial considerar algunas precauciones y consejos antes de incorporar esta práctica en la rutina diaria: Cabe recordar que cada persona es única y lo que funciona para uno puede no ser adecuado para otro. En el caso del agua con bicarbonato, hay ciertos grupos de población que deben tener especial precaución debido a la incompatibilidad con esta sustancia.
Por ejemplo, las mujeres embarazadas y las personas que padecen de edemas o presión arterial alta deben evitar el consumo de alimentos o bebidas ricos en sodio, como es el caso del bicarbonato.
Ante cualquier duda, es recomendable siempre buscar el consejo de un profesional de la salud o médico antes de implementar cambios en la dieta o hábitos cotidianos. La individualidad de cada persona y sus condiciones de salud únicas deben ser consideradas en todo momento.
¿Qué le pasa al cuerpo al tomar agua tibia con bicarbonato en ayunas?
La versatilidad del bicarbonato de sodio lo ha convertido en un ingrediente de interés tanto en la medicina como en el hogar. Aunque es conocido por ser utilizado para contrarrestar síntomas de la indigestión, su fama se ha extendido a otros campos, como la belleza y el cuidado personal. Sin embargo, es importante abordar sus beneficios y precauciones con cautela.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus), el bicarbonato de sodio ha sido considerado un aliado en el alivio de la indigestión. Aunque se puede encontrar en forma de tabletas medicinales, su uso en el hogar también ha ganado popularidad por sus supuestos beneficios.
No obstante, el sitio web Tua Saúde advierte que el uso del bicarbonato puede tener efectos contraproducentes, ya que podría causar irritación en la piel. Por ejemplo, su aplicación como exfoliante para eliminar las células muertas acumuladas en los talones de los pies es común, pero se debe proceder con precaución para evitar cualquier reacción adversa.
El bicarbonato de sodio ha sido promocionado como un aliado en la lucha contra el mal olor y el color amarillento de los dientes. Sin embargo, se debe considerar que su uso como blanqueador dental puede no ser adecuado para todos y es esencial identificar la causa del cambio de color antes de aplicar este enfoque.
En cuanto al cuidado dental, es fundamental recordar que el exceso puede ser perjudicial. Mejor con Salud advierte que el uso frecuente de bicarbonato para cepillar los dientes podría debilitarlos, por lo que consultar a un dentista antes de incorporar este método es esencial.
Para el sistema urinario, Tua Saúde sugiere que el bicarbonato puede ayudar a reducir los síntomas de infecciones urinarias, aunque no necesariamente las elimina. También se menciona su uso potencial como exfoliante para el cuero cabelludo, especialmente en casos de dermatitis seborreica. Sin embargo, se recomienda consultar a un médico antes de un uso continuado.
Es importante destacar que la ingesta inadecuada de bicarbonato de sodio puede tener efectos negativos en la salud. En altas dosis, podría ocasionar dolores de cabeza, nerviosismo y problemas respiratorios. Mundo Deportivo advierte que su consumo debe ser moderado y no prolongado en el tiempo.
La relación entre el bicarbonato de sodio y la acidez también ha sido estudiada. Alimente + sugiere que una cucharada de bicarbonato de sodio en jugo de limón en ayunas podría ayudar a aliviar los síntomas de acidez, alcalinizando el cuerpo según el pH de los alimentos.