En la búsqueda de una vida más saludable, el sueño ha emergido como un pilar fundamental. Investigaciones científicas recientes han evidenciado la trascendencia del descanso en la salud integral de las personas. La cantidad de horas que se duerme y la calidad del sueño han sido vinculadas directamente con el desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad, así como con trastornos neurodegenerativos y problemas de salud mental.

Dormir es importante para recargar energía y poder desempeñar de la mejor manera las actividades diarias. | Foto: Getty Images

La complejidad del sueño va más allá de la simple duración de las horas de descanso; existen diversas formas de experimentarlo. ¿Qué se considera “dormir mal”? ¿Es posible cambiar nuestros patrones de sueño con el tiempo? Estas interrogantes han sido abordadas por un estudio reciente que describe diferentes fenotipos de sueño.

Descubriendo los 4 fenotipos de sueño

Un estudio de gran alcance llevado a cabo por un equipo de investigadores de varias universidades, principalmente de Estados Unidos, analizó a 3683 individuos en dos momentos distintos de sus vidas, separados por diez años. Este estudio buscaba identificar patrones en las formas de dormir y su evolución a lo largo del tiempo.

Los resultados de esta investigación meticulosa revelaron la existencia de cuatro “fenotipos de sueño”, clasificados según varios criterios:

  • Buenos dormidores: Aquellos que generalmente dormían las horas necesarias, mostrando una buena calidad de sueño.
  • Dormidores insomnes: Personas que luchaban por dormir la cantidad suficiente, experimentando fatiga durante el día y dificultades para iniciar el sueño.
  • Dormidores de fin de semana: Mayoritariamente jóvenes, tendían a dormir menos durante la semana y compensar durmiendo más el fin de semana.
  • Siesteros: Generalmente de mayor edad, disfrutaban de una buena calidad de sueño nocturno y tenían el hábito de hacer siestas frecuentes.
La mala calidad del sueño no es un fenómeno uniforme, sino que existen diversas formas de experimentarlo. | Foto: Getty Images

Estabilidad de los patrones de sueño y su impacto en la salud

Una de las preguntas clave que los investigadores buscaron responder fue si estos fenotipos de sueño se mantenían estables a lo largo del tiempo. Los resultados indicaron que un notable 77% de los participantes conservó su patrón de sueño durante el periodo de diez años.

Sin embargo, esta estabilidad varió entre los fenotipos: los siesteros y los insomnes demostraron ser los más constantes en sus patrones de sueño.

Por otro lado, una proporción significativa de los dormidores de fin de semana experimentó cambios hacia otros fenotipos, principalmente hacia siesteros o insomnes, sugiriendo una evolución en sus patrones de sueño a medida que envejecían.

Riesgo de enfermedades crónicas

El estudio realizado reveló conexiones significativas entre los fenotipos de sueño identificados y el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Los resultados indican que la calidad y los patrones de sueño influyen en el bienestar general y tienen un impacto directo en la salud a largo plazo.

- Impacto de salud en ‘Dormidores Insomnes’:

  • Los dormidores insomnes enfrentaron un aumento notable en el riesgo de padecer enfermedades crónicas, que oscilaba entre un 28% y un 81%.
  • Aquellos que se identificaron como insomnes en ambos momentos experimentaron un riesgo aún mayor, entre un 71% y un 188%, de sufrir condiciones como enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión o fragilidad.
Los jóvenes tienden a dormir menos durante la semana y compensar durmiendo más el fin de semana. | Foto: Getty Images

- Riesgos de salud para los ‘Dormidores Siesteros’:

  • Los siesteros también mostraron una mayor predisposición a desarrollar diabetes, cáncer y fragilidad.
  • Los participantes que cambiaron su fenotipo a siestero o insomne a lo largo de la década estudiada experimentaron un incremento en el riesgo de padecer enfermedades crónicas.

Este estudio, basado en opiniones subjetivas sobre la calidad del sueño, identifica asociaciones significativas entre los fenotipos de sueño y el riesgo de enfermedades crónicas. Sin embargo, no puede establecer causas definitivas de estas enfermedades a largo plazo.

*Este artículo fue creado y versionado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.