La sal de mesa está hecha de dos minerales, sodio y cloruro. El cuerpo necesita una determinada cantidad de sodio para funcionar adecuadamente, pues ayuda en la función de los nervios y los músculos, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Asimismo, explicó que el sodio también ayuda a mantener un equilibrio adecuado de los líquidos.
“Los riñones controlan la cantidad de sodio presente en el cuerpo; si se tiene demasiado y los riñones no pueden eliminarlo, se acumula en la sangre. Eso puede causar presión arterial alta. A su vez, la presión alta puede ocasionar otros problemas de salud”, explicó la biblioteca.
Por ello, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos señalaron que los expertos recomiendan que las personas consuman menos de 2,400 miligramos de sodio por día; eso es lo que se encuentra en aproximadamente seis gramos de sal o en aproximadamente una cucharadita.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que toda la sal que se consume debe ser yodada, es decir ‘enriquecida’ con yodo.
De hecho, unas formas de reducir el consumo de sal, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, son:
- Consumir más alimentos frescos. Casi todas las frutas y verduras frescas tienen, de por sí, un contenido reducido de sodio. Además, la carne fresca tiene menos sodio que la carne en conserva, el tocino, los perritos calientes, las salchichas y el jamón. Por ello, es ideal comprar carne de vaca o de ave fresca o congelada, que no haya sido inyectada con una solución que contenga sodio.
- Elegir productos con bajo contenido de sodio. Si se compran alimentos procesados, es preferible elegir los que tengan una etiqueta que diga “bajo contenido de sodio” y, mejor todavía, si se compra arroz y fideos integrales sin condimentar, en vez de productos que ya vengan sazonados.
- Comer en casa. Los alimentos y las comidas de los restaurantes suelen tener un alto contenido de sodio. Un plato principal puede representar el límite diario o estar por encima de él.
- Cada vez que sea posible, eliminar la sal de las recetas. Se pueden hacer muchas recetas sin usar la sal, como por ejemplo cazuelas, sopas, estofados y otros platos principales. De hecho, se pueden buscar libros de cocina que hagan énfasis en reducir el riesgo de hipertensión arterial y enfermedad cardíaca.
- Reemplazar la sal con hierbas, especias y otros saborizantes. Para dar un toque de sabor a las comidas, se pueden utilizar hierbas frescas o secas, especias y ralladura y jugo de frutas cítricas.
- Moderar el consumo de condimentos. La salsa de soja, los aderezos para ensalada, las salsas, los condimentos, el kétchup, la mostaza y los aderezos fermentados son todos saborizantes que contienen sodio.
Términos fundamentales
La entidad sin ánimo de lucro reveló una lista de las afirmaciones frecuentes referidas al sodio, y qué es lo que verdaderamente significan:
- Sin sodio o sin sal. Cada porción de este producto contiene menos de 5 mg de sodio.
- Muy bajo en sodio. Cada porción contiene 35 mg de sodio o menos.
- Bajo en sodio. Cada porción contiene 140 mg de sodio o menos.
- Sodio reducido o menos sodio. El producto contiene, como mínimo, 25 % menos de sodio que la versión regular.
- Lite o ligero en sodio. Se ha reducido el contenido de sodio por lo menos 50 % en comparación con la versión regular.
- Sin sal o sin sal añadida. No se agrega sal durante el procesamiento de un alimento que normalmente contiene sal. Sin embargo, algunos alimentos que tienen estos rótulos pueden tener un alto contenido de sodio porque algunos de sus ingredientes pueden tener un alto contenido de sodio.
De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia consultar a un experto de la salud para que sea este quien explique el tema mencionado.