El cáncer es una colorrectal, es una de las enfermedades que más afecta a las personas en el mundo, sin distinción de género, esta afectación suele incluir molestias como el sangrado rectal, sangre en las heces, calambres, anemia, perdida de peso, dolores abdominales y cambios en la forma de las heces.

Este es uno de los cánceres más comunes en todo el mundo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Esta patología también se conoce como cáncer de colon, intestinal o rectal y se manifiesta comúnmente con el desarrollo tumores o pólipos en el revestimiento de la parte final del intestino grueso, que se denomina recto. Sin embargo, en esta zona del cuerpo también se puede propagar a otras capas del intestino, haciendo que sea más riesgoso.

¿Por qué se produce?

  • Antecedentes familiares o personales de cáncer colorrectal
  • Alto consumo de carne roja o procesada
  • Fumar por tiempo prolongado y constantemente
  • Uso a largo plazo de antiinflamatorios no esteroideos
  • Bajo consumo de calcio
  • Bajo consumo de frutas y verduras
  • Bajo consumo de fibra integral
  • Consumo de alcohol de moderado a intenso
  • Sedentarismo
  • Antecedentes personales de enfermedad inflamatoria intestinal crónica
  • Obesidad
  • Diabetes tipo 2

Ante esta situación, los profesionales médicos, además de recomendar las visitas periódicas al especialista en oncología, también señalan que es fundamental mantener una dieta adecuada, en especial con la cantidad correcta de ácidos grasos, omega-3, vitamina D, calcio y flavonoides, esto con el fin de que los tumores sigan creciendo.

De igual manera, para contrarrestar los efectos de este cáncer, aconsejan consumir fibra dietética, que promueve la evacuación intestinal, ayuda a limitar la acumulación de bacterias y a su vez, fortalece al organismo para evitar descompensaciones de otro tipo.

Existen alternativas para bajar la hinchazón y recudir las molestias. | Foto: @CHANGYENCHAM

Alimentos milagrosos para tratar el cáncer de colon

  1. El pescado: por su gran cantidad de ácido graso omega-3, este alimento ayuda a reducir la inflamación del cuerpo. Así entonces, recomiendan que se consuma especialmente el salmón horneado o ahumado, las sardinas o el atún, que son ricos en vitamina D y Calcio.
  1. Frutas: Por su riqueza en antioxidantes, fibra y fitoquímicos, las frutas son un producto ideal para tratar este tipo de enfermedades, pues ayuda a proteger los problemas digestivos, por ello, los expertos recomiendan comer manzanas, moras, bananos, arándanos, peras, frambuesas y naranjas, En especial, por ser fuentes directas de fibra.
  1. Verduras sin almidón: las dietas pueden ser acompañadas de alimentos a base de plantas, que son ricos en fibra, vitaminas, fitoquímicos y minerales. En este punto, la Asociación Americana de Diabetes, a los pacientes oncológicos, no recomienda comer verduras amiláceas. “Trate de comer al menos 3 a 5 porciones de verduras no amiláceas al día, incluyendo lechuga, col rizada, pepinos, alcachofas, brócoli, col, zanahorias, coliflor, apio, quimbombó y espinacas”, subrayan en el portal BaptisThealthSystem.
  1. Carne blanca: Este alimento es fundamental para el desarrollo muscular, el crecimiento de los tejidos y demás. Se pide limitar el consumo de carnes rojas y se sugieren alternativas como el pollo o pavo sin piel.
  1. Granos integrales y frutos secos: Por lo regular estos alimentos contienen mucha fibra, por lo que resulta interesante combinarnos con pescado, huevos y carne blanca. El arroz integral, la avena, quinoa y cebada son las recomendaciones. Otras opciones son las: almendras, nuez de la india, avellanas, nueces, pecanas, pistachos y macadamias.

En ese sentido, estos alimentos resultan importantes para combatir el cáncer de colon, pero es valioso tener en cuenta que esta guía es solo idea de los alimentos que se pueden consumir y los que se deben limitar. No obstante, visitar a un médico o nutricionista, siempre será la opción correcta para tratar a tiempo y de manera eficiente, esta enfermedad.

El diagnóstico temprano del cáncer de colon y recto abre la posibilidad de tener más opciones de tratamiento, con un mejor pronóstico y una recuperación más rápida. Reconocer síntomas y hacer los exámenes preventivos, podría salvar vidas. | Foto: El País