Los zapatos pueden dañarse por dos razones: por exceso de uso o por falta de él y más cuando no son de buena calidad, por esa razón deben guardarse cuidadosamente para garantizar mucho más tiempo de vida útil.
¿Cómo cuidar los zapatos?
Los zapatos, aunque pueden parecer objetos simples y duraderos, están sujetos a diversos factores que pueden dañarlos incluso mientras están guardados, por eso, es esencial entender los motivos detrás de este deterioro y proporcionar consejos prácticos para cuidar adecuadamente el calzado.
La degradación de los zapatos durante el almacenamiento puede atribuirse a varios factores clave. En primer lugar, la humedad es un enemigo común. Cuando los zapatos se guardan en un ambiente húmedo, como un armario mal ventilado, pueden desarrollar moho o deteriorarse con el tiempo.
Además, la humedad también puede afectar negativamente el adhesivo que mantiene unidas las partes del calzado.
Asimismo, el polvo y la suciedad pueden acumularse en los zapatos mientras están guardados, lo que puede desgastar el material y hacer que se vean desgastados incluso antes de su uso.
La exposición a la luz solar directa o a fuentes de calor también puede desvanecer los colores y hacer que el cuero o el material sintético se vuelvan quebradizos.
Para cuidar adecuadamente los zapatos y prolongar su vida útil, aquí hay algunos consejos prácticos. A continuación se presentarán un número de consejos con lo que usted podría evitar que esto pase:
- Limpieza regular: Antes de guardar los zapatos, límpielos suavemente con un paño húmedo para eliminar el polvo y la suciedad. Si son de cuero, puede aplicar un acondicionador específico para mantener su flexibilidad y evitar que se sequen.
- Almacenamiento adecuado: Opte por un lugar fresco y seco para guardar sus zapatos. Use bolsas de tela transpirables o cajas de zapatos con agujeros para la ventilación. Evite el almacenamiento en plástico, ya que puede retener la humedad.
- Rellenos: Para mantener la forma original de los zapatos, utilice rellenos (como papel de periódico) para evitar que se aplasten y se deformen.
- Rotación: No use el mismo par de zapatos todos los días. Rotar entre varios pares reduce el desgaste y permite que cada par descanse y se airee adecuadamente.
- Protección contra la humedad: Si vive en un área particularmente húmeda, considere usar productos de protección contra la humedad o deshumidificadores en el armario para evitar la acumulación de moho.
- Evitar la exposición a la luz solar directa y el calor: Almacene sus zapatos en un sitio oscuro y fresco para evitar que los materiales se deterioren prematuramente.
- Reparación oportuna: Si nota algún daño menor en sus zapatos, como despegue de suelas o roturas, intente repáralos de inmediato para evitar que los problemas empeoren.
¿Cómo limpiar los zapatos?
Cuero
- Limpieza regular: pase un paño suave y húmedo para eliminar el polvo y la suciedad.
- Quite manchas: use un paño ligeramente humedecido con agua y jabón suave para limpiar las manchas. Séquelo con un paño seco inmediatamente después.
- Acondicionador de cuero: aplique un acondicionador de cuero para mantener su flexibilidad y prevenir grietas.
Gamuza
- Cepillado: utilice un cepillo de cerdas suaves o una goma de borrar para quitar las manchas y levantar el pelo de la gamuza.
- Limpieza con vapor: puede usar un vaporizador para eliminar manchas difíciles, pero asegúrese de mantener una distancia segura para evitar dañar la gamuza.
Zapatos deportivos
- Remojo: Retire los cordones y plantillas y sumerja los zapatos en agua tibia con jabón. Luego, lávales con un cepillo suave.