La salud depende de muchos factores. Cada vez más es la preocupación que tienen las personas por conservar un buen estado físico por lo que invierten tiempo, esfuerzos y dinero en tratamientos apoyados en el avance de la ciencia o la tecnología.

No obstante, la prioridad por lo natural ha sido enfatizada por médicos en todo el mundo, debido a que aquellos tratamientos industriales tienen contraindicaciones por contar con compuestos químicos o material sintéticos.

Algunas plantas son de gran importancia para regular la digestión. | Foto: Getty Images

En ese sentido, la misma Organización Mundial de la Salud ha volcado una vez más la mirada de millones de pacientes por el uso de las plantas, ya que estas siguen siendo las principales fuentes de vitaminas, minerales u otros nutrientes esenciales.

Asimismo, dependiendo de la especie logran ser de gran ayuda para que órganos y sistemas funcionen de la mejor manera o para que los procedimientos internos del metabolismo puedan llevarse a cabo sin ningún tipo de problema.

De hecho, la entidad rectora internacional comenta que “los medicamentos derivados de las plantas ocupan un importante lugar tanto en la medicina tradicional como en la moderna. Por esa razón, un esfuerzo especial por conservar la gran diversidad de especies vegetales contribuiría indudablemente, a largo plazo, a mitigar el sufrimiento humano. Para ello es preciso aplicar tecnologías agroindustriales de eficacia probada al cultivo y elaboración de las plantas medicinales y a la fabricación de medicamentos herbarios”.

En ese sentido, una de las plantas más importantes es el anís, también conocido como matalahúva o matalahúga, el cual proviene de Asia y ha sido reconocido en todo el mundo por su valor medicinal para tratar enfermedades, principalmente aquellas del tracto digestivo.

El anís es una planta de origen chino, muy usada en la gastronomía y en la medicina tradicional. | Foto: GMVozd

Por su acción antihelmíntica se convierte en un gran apoyo para acabar con las lombrices o parásitos que entran en el organismo, matándolos y reduciendo al máximo su reproducción.

Para aprovechar estos beneficios el uso más común es en infusión, para la que se necesitará una taza de agua hervida y una cucharada de semillas de anís. La mezcla se dejará reposar por ocho minutos, se colará y estará listo para tomarse después de cada comida.

Otra de las plantas más conocidas para el beneficio de la salud gastrointestinal es la de manzanilla, una preparación popular y efectiva gracias a las propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas contenidas en esta planta y que contribuyen a reducir la hinchazón y aliviar los cólicos producidos por los gases.

Beber esta infusión puede resultar provechoso después de las comidas principales o cuando se presente el malestar abdominal característico que pueden producir los gases en el intestino. La manzanilla contribuye no solo a aliviar los gases intestinales, sino que también puede ayudar a la relajación y promoción de una sensación de bienestar general.

Para preparar la infusión inicialmente, se hierve una taza de agua caliente para luego agregarle una cucharada de flores de manzanilla secas o una bolsita de té manzanilla.

Esta mezcla se deja reposando por al menos cinco minutos para que adquiera todas las propiedades de la planta y se cuela para consumirse. Al final, si se desea, puede agregarse miel para endulzar la bebida de una manera natural.

El té de manzanilla tiene muchas propiedades | Foto: Getty Images

Finalmente, es sumamente importante recordar que cada persona es diferente, y lo que causa gases o problemas gástricos en una persona puede no afectar a otra de la misma manera. Si se percibe que ciertos alimentos causan dificultades digestivas, es aconsejable mantener un registro de los alimentos que se consumen y los síntomas que se experimentan para identificar patrones y ajustar la dieta según las necesidades.

Asimismo, será vital poder visitar periódicamente a un especialista para que ayude en el diseño de una dieta saludable.