Este 31 de mayo, en Riohacha, se firmó el convenio científico-técnico entre la Universidad de la Guajira y el Instituto Nacional de Salud, que tiene como finalidad implementar la estrategia de desconcentración territorial del INS.
“La Guajira es el primer departamento al que llega el INS con su estrategia. Este territorio de composición principalmente indígena es una de las regiones del país con indicadores claves de salud pública, muy por encima del promedio nacional”, señala la entidad.
Para iniciar y como primera fase, el INS hará la detección, medición y seguimiento en territorio de indicadores que impactan directamente en la salud de las maternas, los bebés en gestación y los menores de 5 años de edad.
Señala la investigadora del INS, Yibby Forero, que el equipo técnico del INS actuará con y desde el territorio, asegurando un enfoque territorial, cultural, integral y diferencial. “La zona en donde se concentrará la acción del Instituto comprende los municipios de Manaure, Maicao, Uribia, Rioacha y Dibulla, los cuatro primeros concentran un 95% de la población Wayuu”.
Agrega que se trata de una población dispersa porque la distribución de sus viviendas, en las rancherías, se ubican a lo largo de una zona desértica, en donde escasea el agua y es difícil la producción de alimentos por la aridez y las altas temperaturas. Según los expertos, en una ranchería se pueden ubicar entre 12 a 60 familias.
“Hemos priorizado llegar a la Guajira. Ante la prevalencia de indicadores que afectan a la población infantil, la salud materna y perinatal, especialmente en la población indígena. El INS ha planteado una estrategia de intervención que articula los esfuerzos de entidades del gobierno central y local, distintas instituciones prestadoras de servicios de salud, sociedades científicas, academia y organismos internacionales”, explicó el director general del INS, Giovanny Rubiano García.
Por su parte, el rector de la Universidad de La Guajira, Carlos Arturo Robles Julio, afirmó que en buen momento se logra formalizar esta alianza para el beneficio de la población guajira. También indicó que la institución que dirige, cuenta con varios resultados académicos y científicos acerca de la morbimortalidad materno- perinatal con enfoque intercultural en La Guajira.
Añadió el director que dentro de la misionalidad del Instituto está explorar estrategias para intervenir los determinantes sociales de la salud.
“La falta de agua en el territorio guajiro es la causa de todas las dificultades. No tener agua significa, no tener cómo asearnos, cómo tener salubridad en la familia, cómo producir alimentos o generar un proyecto agropecuario a pequeña escala. Vamos a desarrollar proyectos de investigación con ciencia, innovación y tecnología que nos permitan estrategias de intervención efectivas”, dijo el director del INS.
Así mismo, se busca la implementación de una estrategia de vigilancia comunitaria que consistirá en la formación de líderes y lideresas de las distintas comunidades indígenas en la región, para que apropien conocimiento básico en materia de seguimiento e identificación oportuna de factores sociales, económicos u culturales protectores de la infancia y la salud materna, así como la detección oportuna, canalización y seguimiento de niños y niñas en riesgo o en estado de desnutrición, mediante el entrenamiento en la medición del perímetro del brazo, la talla y el peso en los niños; y la detección de signos y síntomas de alarma durante el proceso de gestación, parto y postparto.
“Vamos a formar agentes comunitarios, guardianes de la salud o vigilantes de la salud, que pueden tener la capacidad de detectar y hacer luego la intervención con las diferentes instituciones del orden municipal departamental y nacional”, resaltó el director de Vigilancia en Salud Pública del INS, Franklyn Prieto.
Estos vigías de la salud o vigilantes serán dotados con un kit de herramientas que les permitirá desempeñar este rol dentro de la comunidad.