Los oídos son una parte vital del sistema sensorial, y su cuidado adecuado es esencial para mantener una buena salud auditiva. A menudo, las personas recurren a copitos de algodón para limpiar sus oídos, pero este hábito puede ser perjudicial.
¿Por qué no se deberían usar copitos para Limpiar los oídos?
- Empujan la cera más adentro: El uso de copitos puede empujar la cera hacia el canal auditivo, en lugar de sacarla. Esto puede causar obstrucciones y contribuir a la formación de tapones de cera.
- Riesgo de lesiones: Introducir objetos pequeños en los oídos aumenta el riesgo de lesiones en el canal auditivo y el tímpano. Un mal manejo puede causar perforaciones o daños que afecten la audición.
- Estímulo de la producción excesiva de cera: Al intentar eliminar la cera con copitos, se puede estimular la producción excesiva de cera como respuesta de protección. Esto puede llevar a un ciclo constante de limpieza y producción excesiva de cera.
Importancia de la cera en los oídos:
El doctor Luis Cabezas, especialista en otorrinolaringología, explica que el cerumen que produce el oído tiene funciones muy importantes, por lo que no debe eliminarse del conducto auditivo: “El cerumen es un elemento que protege contra la humedad y tiene factores antibacterianos, por lo tanto, es bueno que el oído tenga una cubierta de cerumen”.
Al introducir elementos externos se borra esa capa de cerumen y, por lo tanto, se deja expuesta la piel a cualquier otro elemento, como por ejemplo, agua contaminada. Por otro lado, se empuja este cerumen a zonas del oído que no debiesen tener cerumen y se van produciendo tapones que son muy difíciles de sacar, sobre todo en los niños.
Estas son algunos de los aspectos más importantes de la cera en los oídos:
- Protección del oído: La cera es producida de forma natural por el cuerpo y tiene la función de atrapar partículas de polvo, bacterias y otras impurezas para evitar que ingresen al oído interno.
- Hidratación y lubricación: La cera también actúa como un agente de hidratación y lubricación para el canal auditivo, evitando que la piel se seque y cause molestias.
- Autolimpieza del oído: La cera se desplaza de forma natural hacia el exterior del canal auditivo a medida que se forma, llevando consigo partículas atrapadas. Este proceso permite una autolimpieza eficaz.
Cómo limpiar los oídos de forma segura:
- No introducir objetos: Evita introducir objetos extraños, como copitos de algodón, hisopos u otros utensilios, en el canal auditivo. Esto previene lesiones y el riesgo de empujar la cera más profundamente.
- Limpieza externa: Limpiar el área externa del oído con un paño suave es suficiente. No es necesario introducir nada en el canal auditivo.
- Gotas de agua tibia: Si sientes que hay acumulación de cera, puedes utilizar gotas de agua tibia para ablandarla. Inclina la cabeza para permitir que el agua fluya hacia afuera.
- Consulta con un profesional: Si experimenta molestias, pérdida de audición o sientes que hay un tapón de cera, consulte a un profesional de la salud auditiva. Ellos pueden realizar una limpieza segura si es necesario.
Precauciones al limpiar los oídos:
- No utilizar objetos puntiagudos o afilados: Evita el uso de objetos puntiagudos o afilados para limpiar los oídos, ya que esto puede causar daños graves.
- No excesiva manipulación: No exceda limpiar los oídos. La autolimpieza natural del cuerpo es efectiva, y la manipulación excesiva puede interferir con este proceso.
- No introducir sustancias químicas: Evita la introducción de sustancias químicas o soluciones en los oídos sin la recomendación de un profesional de la salud.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.