La avena ha sido consumida como alimento desde la antigüedad y se considera un superalimento, ya que aporta varios beneficios a la salud, pues tiene nutrientes como calcio, zinc, cobre, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio y vitaminas B1, B2, B3, B6 y E.
Además, según la Fundación Española de la Nutrición, este cereal es una buena fuente de componentes no nutritivos/bioactivos como ácidos fenólicos, flavonoides y fitoesteroles.
Asimismo, es una excelente fuente de fibra que se define como “la parte comestible de las plantas o hidratos de carbono análogos que son resistentes a la digestión y a la absorción en el intestino delgado, con completa o parcial fermentación en el intestino grueso”.
De hecho, la fundación puntualizó que la avena podría ser utilizada para prevenir enfermedades y disminuir factores de riesgo de enfermedades crónicas, como, por ejemplo:
- Obesidad y síndrome metabólico: El aumento del consumo de avena podría tenerse en cuanta como una buena estrategia dietética para ayudar a pacientes con sobrepeso y obesidad, ya que parece reducir la ganancia de peso con el tiempo.
- Enfermedades cardiovasculares: La avena ayuda a disminuir los niveles de la lipoproteína de baja densidad (LDL) “colesterol malo” y a aumentar ligeramente los niveles de lipoproteína de alta densidad (HDL) “colesterol bueno”.
- Cáncer: Se cree que la gran cantidad de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) presentes en la fibra dietética de la avena tendrían una potente actividad anti cancerígena.
Entre tanto, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde destacó que otras propiedades de la avena incluyen:
- Fortalecer el sistema inmunológico: ”es rica en zinc, un mineral con potente acción antioxidante y antiinflamatoria, que es importante para el desarrollo y mantenimiento de las células del sistema inmunológico”.
- Mejorar el humor y el sueño: “es rica en magnesio, un mineral importante para la producción de serotonina, un neurotransmisor que ayuda a aumentar la felicidad y mejorar el humor”.
- Fortalecer los huesos: tiene un alto contenido de fósforo y magnesio que son importantes para la formación y fortalecimiento de los huesos.
- Controlar la presión arterial: “porque aumenta la producción de óxido nítrico en el organismo, una sustancia que ayuda a relajar los vasos sanguíneos”.
Información nutricional por 100 gramos de avena
- Calorías: 353 kcal.
- Hidratos de carbono: 55,70 gr.
- Proteínas: 11,72 gr.
- Fibra: 9,67 gr.
- Grasas totales: 7,09 gr.
- Azúcares: 0 gr.
- Calcio: 80 mg.
- Hierro: 5,80 mg.
- Magnesio: 129 mg.
- Potasio: 355 mg.
- Fósforo: 95 mg.
- Sodio: 8,40 mg.
- Zinc: 3,2 mg.
- B1 (Tiamina): 0,67 mg.
- B2 (Riboflavina): 0,17 mg.
- B6 (Piridoxina): 0,96 mg.
- Ácido fólico: 33 µg.
Respecto al consumo, el portal portugués señaló que “la cantidad recomendada por día de la avena es de dos cucharadas, y se puede consumir en forma de hojuelas, harina o granola, pudiendo adicionarse en frutas, yogur, jugos o en preparaciones, como galletas, ponquecitos, panquecas, sopas, caldos, en la elaboración de albóndigas, pasteles, panes y pastas”.
No obstante, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señaló en su portal web que la avena puede causar gases e hinchazón y para minimizar los efectos secundarios, se puede comenzar con una dosis baja y se aumenta lentamente hasta la cantidad deseada.
Esto debido a que, con el tiempo, el cuerpo se acostumbrará al salvado de avena y es probable que los efectos secundarios desaparezcan.
De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia que antes de consumir algún alimento se consulte a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.