Tanto la pérdida como el aumento de peso son comunes durante el tratamiento del cáncer, según la Sociedad Americana del Cáncer. Comer menos debido a náusea o falta de apetito, diarrea y vómito o deshidratación son algunas de las posibles causas de la pérdida de peso en pacientes con cáncer.

Algunas señales a las que debería prestar atención son la pérdida de peso involuntaria, el cansancio o debilidad, la sed o los mareos. No obstante, la organización destaca que ciertas señales son suficientes para consultar con un profesional de la salud:

  • Perder más de 3 libas en menos de una semana, pues la pérdida rápida de peso puede ser consecuencia de un cuadro de deshidratación.
  • Perder más del 5% de su peso corporal de forma involuntaria.
  • Sentirse muy débil, mareado y cansando.
  • Dificultad para hacer las actividades cotidianas.
Perder peso muy rápido puede ser consecuencia de este tratamiento. | Foto: Imagen: Ingimage

En caso de que no quiera perder más peso, hay algunas medidas que podría tomar, como beber suficiente agua y líquidos entre comidas, además de optar por comidas ligeras con un alto contenido de calorías y proteínas, como nueces, mezcla de nueces y semillas, fruta seca, granola, mantequilla de maní, huevos duros o queso.

Otra de las recomendaciones es beber batidos, malteadas y suplementos o barras nutricionales para agregar más calorías y proteínas a la dieta. Y consumir alimentos con alto contenido calórico, como crema batida, crema agria, queso crema, mantequilla o salsas.

¿Qué es la caquexia?

Se llama caquexia por cáncer a la pérdida de peso ocasionada por una necesidad aumentada de calorías que el cuerpo no recibe. Esta afección, que puede ser consecuencia del tratamiento contra el cáncer, genera pérdida de masa muscular y grasa, debilidad y fatiga.

Aumentar el consumo de las grasas y los líquidos puede ser una solución a la pérdida involuntaria de peso.

“Puede que resulte difícil para alguien con caquexia el lograr consumir las calorías necesarias debido a la falta de apetito”, explica la ACS. Por tanto, es importante que, ante una pérdida de peso, los pacientes hablen con su médico para recibir orientación sobre un plan adecuado. En algunos casos, puede ser fundamental la participación de un nutricionista.