La trombosis, la formación de un coágulo sanguíneo que puede bloquear un vaso sanguíneo, es una complicación grave que puede surgir durante el embarazo. Este riesgo se multiplica debido a varios factores fisiológicos y hormonales que caracterizan esta etapa de la vida de la mujer. Comprender las causas detrás de la trombosis en el embarazo es crucial tanto para la prevención como para el tratamiento oportuno de esta condición potencialmente peligrosa.
Por estas razones podría generar trombosis en el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios significativos destinados a soportar y nutrir al feto en desarrollo. Uno de estos cambios es el aumento de los niveles de hormonas como el estrógeno y la progesterona.
Estas hormonas, aunque esenciales para mantener el embarazo, también tienen un efecto procoagulante. El estrógeno, en particular, incrementa la producción de factores de coagulación y reduce la actividad de ciertos anticoagulantes naturales en el cuerpo, lo que aumenta la propensión a la formación de coágulos sanguíneos.
Otro factor clave es la estasis venosa, que se refiere a la lentitud en el flujo sanguíneo venoso. A medida que el útero crece, puede ejercer presión sobre las venas pélvicas y la vena cava inferior, la principal vena que devuelve la sangre de las extremidades inferiores al corazón.
Esta presión puede ralentizar el flujo sanguíneo, especialmente en las piernas, aumentando el riesgo de trombosis venosa profunda (TVP).
El embarazo también provoca un aumento en el volumen sanguíneo total de la mujer, necesario para apoyar al feto y la placenta. Este incremento, aunque beneficioso, puede contribuir a la sobrecarga del sistema circulatorio. Con más sangre circulando y un sistema que trabaja arduamente para mantener el flujo adecuado, las condiciones están maduras para la formación de coágulos si otros factores predisponentes están presentes.
Más allá de los cambios fisiológicos generales, ciertos factores pueden aumentar aún más el riesgo de trombosis en algunas mujeres embarazadas. La obesidad, el tabaquismo, la inmovilidad prolongada, antecedentes personales o familiares de trombosis, y condiciones médicas subyacentes como la trombofilia (una predisposición a la coagulación anormal) son ejemplos de estos factores adicionales. Las mujeres con antecedentes de trombosis o con condiciones hereditarias que afectan la coagulación deben ser especialmente vigiladas durante el embarazo.
La trombosis en el embarazo puede tener consecuencias graves tanto para la madre como para el feto. La TVP puede progresar y convertirse en una embolia pulmonar, una condición en la que el coágulo se desplaza hasta los pulmones, bloqueando una arteria y potencialmente poniendo en peligro la vida de la madre. Para el feto, los efectos pueden incluir una disminución del suministro de oxígeno y nutrientes, lo que podría resultar en un crecimiento intrauterino restringido o complicaciones en el parto.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.