Cuando las personas descubren que tienen la presión arterial alta se preguntan si es necesario tomar medicamentos para poder controlar esta afección. A pesar de esta creencia, se debe tener en cuenta que la alimentación juega un papel muy importante en el tratamiento de la hipertensión. Al tener unos buenos hábitos alimenticios y una vida saludable se puede evitar, retrasar o reducir la necesidad de tomar medicamentos.
Tener un peso saludable
Muchas veces aumenta la presión sanguínea a medida que aumenta el peso de las personas. El sobrepeso. Según la Clínica Mayo, “tener sobrepeso también puede provocar una alteración respiratoria al dormir, como apnea del sueño, que incrementa incluso más la presión arterial”.
Mantener un peso saludable es uno de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la hipertensión y si el paciente vive con sobrepeso u obesidad, bajar incluso una pequeña cantidad de peso podría reducir la presión arterial. Es más, la Clínica Mayo afirma que, la presión arterial podría bajar aproximadamente 1 milímetro de mercurio (mm Hg) con cada kilogramo (aproximadamente 2,2 libras) de peso que se pierde.
Otro punto importante es reducir el tamaño de la cintura, ya que tener mucho peso alrededor de la cintura puede aumentar el riesgo de tener la presión arterial alta.
En general, la Clínica Mayo recomienda que:
- Los hombres corren riesgo si la medida de la cintura es superior a 40 pulgadas (102 centímetros).
- Las mujeres corren riesgo si la medida de la cintura es superior a 35 pulgadas (89 centímetros).
Hacer ejercicio
Realizar una actividad física regularmente puede reducir la presión arterial alta en aproximadamente 5 mm Hg a 8 mm Hg, explica la Clínica Mayo. Hay que tener en cuenta que es importante continuar haciendo ejercicio para evitar que la presión arterial vuelva a subir.
Lo ideal es hacer 30 minutos de actividad física a diario. En las personas con hipertensión, la actividad física regular puede reducir la presión arterial a niveles seguros para su cuerpo.
Caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o bailar son ejercicios que se pueden realizar. Otra opción es intentar incluir ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos días a la semana.
Tener una dieta saludable
Consumir granos integrales, frutas, verduras y productos lácteos con bajo contenido de grasa y de colesterol puede ayudar a bajar los niveles de presión arterial alta hasta en 11 mm Hg. “Entre los planes de alimentación que ayudan a controlar la presión arterial se encuentran la dieta DASH y la dieta mediterránea”, afirman expertos de la Clínica Mayo.
También se debe consumir una buena cantidad de potasio que se encuentra en las frutas y las verduras.
Reducir el consumo de sodio
Reducir el consumo de sodio, aunque sea un poco, puede mejorar la salud del corazón y reducir los niveles de presión arterial entre 5 mm Hg y 6 mm Hg, comenta la Clínica Mayo.
Se recomienda limitar el consumo de sal a 2300 miligramos (mg) por día o menos para no afectar a la presión arterial. Sin embargo, cabe resaltar que un consumo más bajo de sodio, de 1500 mg por día, o menos es ideal para la mayoría de los adultos según los profesionales de la salud.
Reducir el sodio en la alimentación se puede lograr con las siguientes conductas:
- Leer las etiquetas de los alimentos: Que los alimentos y bebidas que se consuman tengan bajo contenido de sodio.
- En lo posible limitar los alimentos procesados: Los alimentos contienen una pequeña cantidad de sodio en su presentación natural, la mayoría del sodio se agrega durante el procesamiento.
- No agregar mucha sal: Es preferible utilizar hierbas o especias para dar más sabor a los alimentos.
Disminuir el consumo de alcohol
Limitar el consumo de alcohol puede ayudar a reducir la presión arterial, ya que beber demasiado alcohol es perjudicial para la salud coronaria. Además, al tomar mucho alcohol se puede reducir la efectividad de los medicamentos para la presión arterial.