El sodio es un elemento mineral presente de forma natural en varios alimentos, como el apio y la leche. Los productores también pueden añadir sodio a los alimentos procesados, como el pan. Además, se emplea en condimentos como la salsa de soja para realzar el sabor de los platos. La sal de mesa se obtiene mediante la combinación de sodio y cloruro, otro mineral esencial.
Las pautas nutricionales de los expertos en los Estados Unidos indican un límite diario de 2300 miligramos (mg) de sodio para personas mayores de 14 años. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud recomienda un tope de 2000 mg de sodio al día. La mayor parte del sodio que se consume se encuentra camuflado en los alimentos preparados. Esto provoca que muchas personas alrededor del mundo ingieran más sodio de lo que sus organismos realmente requieren. Esta situación aumenta el riesgo de enfermedades a largo plazo, como la hipertensión o presión arterial elevada.
Es fundamental comprender el origen del sodio y aprender estrategias para disminuir su ingesta.
¿Qué ocurre con el sodio en el cuerpo?
El cuerpo necesita algo de sodio para funcionar bien. El sodio desempeña un papel en lo siguiente:
- El equilibrio de los líquidos en el cuerpo
- El funcionamiento de los nervios y los músculos
Los riñones desempeñan un papel clave en la regulación del sodio en el organismo. Cuando los niveles de sodio son bajos, los riñones lo conservan, y cuando son altos, liberan parte de él a través de la orina.
Sin embargo, si los riñones no pueden eliminar suficiente sodio, este se acumula en el torrente sanguíneo. Dado que el sodio retiene agua, esto lleva a un aumento en el volumen de sangre. Como resultado, el corazón debe trabajar más intensamente para bombear esta sangre adicional, lo que a su vez incrementa la presión en las arterias. Con el transcurso del tiempo, esta situación puede aumentar la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y trastornos renales.
Cabe mencionar que algunas personas son más susceptibles a los efectos del sodio que otras, lo que significa que retienen este mineral con mayor facilidad. En consecuencia, se produce una acumulación de líquido en el cuerpo y una elevación en la presión arterial.
A mayor cantidad de sodio, mayores riesgos
Normalmente, reducir la ingesta de sodio se asocia con niveles más bajos de presión arterial. Esta acción puede contribuir a la prevención de riesgos potenciales, como ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares.
¿Cuánto es demasiado sodio?
Es importante tener presente que optar por una menor cantidad de sodio resulta beneficioso, especialmente si existe sensibilidad al mineral. Aquellos individuos que no estén seguros sobre la cantidad adecuada de sodio que debe formar parte de su dieta, pueden considerar dialogar con su profesional de atención médica. También pueden optar por consultar a un dietista, un proveedor de atención médica especializado en temas de dieta y nutrición, para obtener orientación precisa.
¿Qué alimentos tienen sodio?
El sodio suele provenir de alimentos procesados o preparados, como los siguientes:
- Pan.
- Pizza.
- Fiambres y tocino.
- Queso.
- Sopas.
- Comida rápida.
- Cenas preparadas, como los platos de pasta, carne y huevo.
En muchas ocasiones, las recetas incorporan sal y algunas personas también agregan sal directamente a sus platos en la mesa. Además, los condimentos pueden ser una fuente de sodio. Un ejemplo sería la salsa de soja, la cual contiene aproximadamente 1000 mg de sodio en una cucharada.
Ciertos alimentos poseen sodio de manera natural. Esto incluye verduras, productos lácteos, carnes y mariscos. Aunque estos alimentos no presentan altos niveles de sodio, su consumo incrementa la cantidad total de sodio en el organismo. Por ejemplo, una taza de leche descremada contiene alrededor de 100 mg de sodio.