El café es una de las bebidas más populares del mundo, la cual no puede faltar a lo largo del día, pues muchas personas tienen la costumbre de iniciar las mañanas con una taza, que, entre otras cosas, aporta energía. Pero más allá de convertirse en una rutina placentera, el café, quizás, es mucho más que eso.
Los beneficios podrían desencadenar una lista bastante extensa, pero, en teoría, todo apunta a prevenir y combatir enfermedades. Los resultados pueden ser aún más favorables cuando se regula la cantidad de azúcar que le agregamos.
De hecho, diversos estudios han demostrado el consumo de café reduce el riesgo de mortalidad. Por otra parte, investigaciones realizadas anteriormente indicaban que tomar una taza de café al día puede ayudar, a quienes han sufrido infartos de corazón, a reducir el riesgo de muerte tras el evento.
Además, esta bebida puede prevenir infartos o derrames cerebrales en personas sanas.
De la misma manera, el doctor Donald Hensrud, presidente de la División de Medicina Preventiva, Ocupacional y Aeronáutica, afirma que los estudios encontraron una posible asociación entre el café y la disminución de la mortalidad. El café puede ofrecer alguna protección contra “la enfermedad de Parkinson, diabetes tipo 2 y enfermedad hepática, incluido el cáncer de hígado”.
Una vida más larga
Dentro de los beneficios de tomar café a diario se encuentra que puede ayudar a proteger a las personas de fallecer por todas las causas, como la mortalidad por cáncer y por enfermedad cardiovascular. De igual forma, muchos expertos concluyen que el consumo puede aumentar la longevidad y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
Es más, un estudio publicado en la American Journal of Clinical Nutrition en 2018 muestra que café habitualmente puede asociarse con una mejor mortalidad e incluso puede tener un efecto protector más grande en personas mayores de en 55 años. La investigación mostró esta tendencia dosis-respuesta en el rango de consumo de entre 1 y 6 tazas al día.
La hipertensión
Según una reciente investigación publicada por Journal of the American Heart Association, la revista científica de la Asociación Americana del Corazón, una taza de café y el consumo diario de té verde no aumentan el riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares en ninguna medición de la presión arterial, aunque ambas bebidas contienen cafeína.
El estudio detalla que una taza de 8 onzas de té verde o negro contiene entre 30 y 50 miligramos de cafeína, y una taza de 8 onzas de café, entre 80 y 100 miligramos.
Por otra parte, investigaciones realizadas anteriormente indicaban que tomar una taza de café al día puede ayudar, a quienes han sufrido infartos de corazón, a reducir el riesgo de muerte tras el evento. Además, esta bebida puede prevenir infartos o derrames cerebrales en personas sanas.
De la misma manera, el doctor Donald Hensrud, presidente de la División de Medicina Preventiva, Ocupacional y Aeronáutica, afirma que los estudios encontraron una posible asociación entre el café y la disminución de la mortalidad. El café puede ofrecer alguna protección contra “la enfermedad de Parkinson, diabetes tipo 2 y enfermedad hepática, incluido el cáncer de hígado”.
¿Previene el cáncer?
Según el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, los radicales libres son un “tipo de molécula inestable que se elabora durante el metabolismo normal de las células. Los radicales libres en ocasiones se acumulan en las células y dañan otras moléculas, como el ADN, los lípidos y las proteínas. Es posible que este daño aumente el riesgo de cáncer y otras enfermedades”.
Esta famosa bebida se obtiene a partir de los granos tostados y molidos de los frutos de la planta de café y una de sus principales características es que es altamente estimulante por su contenido de cafeína.
Según la Sociedad Americana de Cáncer, estudios recientes vinculan el tomar café con un riesgo más bajo de algunos tipos de cáncer, incluyendo “cáncer de próstata, cáncer de hígado, cáncer de endometrio y algunos cánceres de boca y garganta”.
Según Colleen Doyle, Maestría en Ciencias, Dietista Certificada, directora de nutrición y actividad física de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, los pasos más seguros que cualquiera puede dar para reducir el riesgo de cáncer son: no fumar, comer bien y ser físicamente activos.