Las hojas de laurel, integrantes de la familia Lauráceas, son un condimento emblemático en la cocina mediterránea. Comparten esta categoría con árboles tan aromáticos como el canelero (fuente de canela), el alcanforero (productor de alcanfor) y el aguacatero (dador de aguacates). Su distintivo sabor ha convertido a estas hojas en un componente esencial en diversas preparaciones culinarias, además de sus destacadas propiedades para la salud. No solo es un aderezo, sino un excelente digestivo que abre el apetito, combate los gases y protege el hígado.

El consumo de laurel puede ser beneficioso para la salud. | Foto: Getty Images

El uso medicinal de las hojas de laurel

Las hojas de laurel han sido aprovechadas tanto como condimento como en la medicina, debido a sus cualidades para mejorar y calmar las digestiones. En su composición se encuentran diversos ácidos orgánicos, ácidos grasos insaturados, compuestos con propiedades antioxidantes y bactericidas, así como minerales como manganeso, calcio, potasio y magnesio. Entre sus componentes activos destacan el cineol y el eugenol, los cuales poseen propiedades estimulantes del apetito. Esto las hace adecuadas para la preparación de recetas destinadas a personas con falta de apetito, convalecientes o aquellos que necesitan aumentar su ingesta calórica o ganar peso. En estos casos, se recomienda tomar una infusión de laurel poco antes de las comidas.

Se le atribuyen propiedades carminativas en fitoterapia, lo que significa que puede reducir la formación de gases y la hinchazón abdominal, además de funciones protectoras para el hígado. Su acción colagoga, al estimular la producción y secreción de bilis, resulta beneficiosa para la digestión de las grasas. Estas propiedades hacen del laurel un aliado valioso en la cocina, especialmente en la preparación de platos densos, energéticos y ricos en grasas, típicos de las festividades navideñas.

Para calmar la digestión después de una comida copiosa, se recomienda una infusión de laurel. Esta es especialmente útil para personas con digestiones difíciles debido a problemas hepáticos o de la vesícula biliar, y que experimentan lentitud en la digestión, pesadez, hinchazón y dolor abdominal tras las comidas.

El laurel tiene propiedades digestivas. | Foto: GettyImages

Infusión de laurel

La preparación de la infusión es sencilla: se agregan aproximadamente 20 gramos de hojas de laurel (preferiblemente las más maduras) en un litro de agua. Se hierve durante tres a cinco minutos, se retira del fuego y se deja enfriar con las hojas. Esta infusión puede consumirse varias veces al día. Si se bebe antes de las comidas, estimula el apetito; si se toma después, alivia la digestión y la hinchazón. Las hojas frescas conservan mejor sus propiedades en comparación con las secas, ya que con el tiempo los principios activos del laurel tienden a disminuir.

Propiedades expectorantes y bactericidas

El laurel también muestra efectos terapéuticos en el sistema respiratorio. Favorece la eliminación de mucosidades de las vías respiratorias y contiene sustancias con acción bactericida, lo que lo hace adecuado para tratar afecciones como la bronquitis y la faringitis.

Investigaciones han examinado el potencial antibacteriano de la decocción de ciertas plantas para combatir diversas bacterias presentes en la cavidad oral. La decocción, que implica la extracción de principios activos de la planta de manera distinta a la infusión, demostró efectividad. En un estudio realizado por el Department of Microbiology de la University of Karachi (Pakistán), se usaron hojas de laurel (Laurus nobilis), granos de pimienta negra (Piper nigrum L.), anís (Pimpinella anisum L.) y cilantro (Coriandrum sativum L.). La decocción de pimienta negra resultó ser la más efectiva contra infecciones bacterianas bucales, seguida por las hojas de laurel. En comparación, los efectos del anís fueron escasos y los del cilantro nulos.

La infusión de laurel tiene beneficios para el estómago. | Foto: Getty Images

Efectos secundarios y precauciones

La parte más comúnmente utilizada del laurel son sus hojas, aunque otros preparados concentran sus principios activos, como el aceite esencial de laurel, infusiones, comprimidos o aceite de laurel. Siempre es importante seguir la dosificación indicada y contar con la orientación de un experto en fitoterapia.

La ingesta de infusiones o decocciones concentradas de laurel puede causar náuseas, vómitos e irritación de la mucosa gástrica, por lo que se desaconseja en casos de gastritis, úlcera o sensibilidad gástrica. También se han registrado casos de dermatitis de contacto y fotosensibilización, reacciones cutáneas al contacto con la luz solar, después de la aplicación tópica de cremas u aceites con extracto de laurel.