La insulina es una hormona que se produce en el páncreas y regula los niveles de glucosa o azúcar en la sangre. La resistencia a la insulina se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente, de acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos.
Cuando las células no pueden absorber la glucosa, los niveles de azúcar se acumulan en la sangre, si estos niveles son más altos de lo habitual, pero no lo suficiente como para diagnosticar diabetes, se le denomina resistencia a la insulina.
De acuerdo con el nutriólogo el LN. Carlos Sánchez, del Hospital CMQ, con el manejo de una correcta alimentación y el seguimiento, la resistencia a la insulina puede controlarse, e incluso, en algunos casos se puede revertir.
¿Qué alimentos evitar en una dieta para la resistencia a la insulina?
Para evitar problemas de salud, es recomendable tener en cuenta los alimentos que no se deben consumir en una dieta para la resistencia a la insulina.
Primero y los más importantes es que se tiene que evitar el consumo de productos dulces como los postres, mermeladas, azúcares, miel, jugos de frutas, aguas y gaseosas saborizadas, ya que todos estos tienen niveles altos en carbohidratos simples, lo que puede elevar el nivel de glucosa en la sangre.
Por otro lado, se recomienda no consumir frutas solas que puedan elevar la presencia de azúcar en la sangre, sino que se recomienda que se acompañen con alimentos que tengan grasa como nueces o almendras.
Así mismo, se recomienda evitar el exceso de sodio. Se puede limitar el consumo a 1 pizca de sal por comida. Además, se debe evitar el consumo de productos embutidos como la salchicha, jamón y chorizo. Igualmente, es importante no consumir alimentos enlatados y empaquetados por su alto contenido de sodio.
¿Quiénes tienen más probabilidades de desarrollar resistencia a la insulina?
Las personas que tienen factores de riesgo genéticos o de estilo de vida sedentario tienen más probabilidades de desarrollar resistencia a la insulina, según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés).
Entre los factores de riesgo están:
- Sobrepeso u obesidad.
- Contar con un historial de familiares con diabetes.
- Inactividad física.
- Consumo excesivo de productos con alto contenido de azúcares y carbohidratos.
- Presión arterial alta y/o colesterol alto.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) revelaron varios métodos naturales para revertir la resistencia a la insulina:
- Tener un peso saludable: Un peso saludable para los adultos suele implicar un índice de masa corporal (IMC) entre 18.5 y 24.9, y para saberlo hay que dividir el peso entre la estatura al cuadrado: IMC = Peso (Kg) / Estatura al cuadrado (Mt), como, por ejemplo, una persona pesa 64 Kg y mide 1.5 metros: 64 / 1.5 x 1.5 = 28.44. Este dato indica el IMC de la persona (28.44) se encuentra en los valores correspondientes a sobrepeso.
- Hacer ejercicio: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- Dormir bien: los expertos recomiendan que los adultos deben dormir entre siete y nueve horas por noche para tener una buena salud, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos.