El metabolismo es el sistema general que tiene el cuerpo humano para aprovechar las vitaminas, minerales, proteínas y las calorías derivadas de las grasas, entre otros nutrientes de los alimentos, convirtiéndolos en la energía que necesita para todas las funciones del organismo. Por lo general, mientras las personas no están realizando alguna actividad o un esfuerzo físico prolongado, la mayor parte de la energía metabólica se gasta en las necesidades de los principales órganos del cuerpo: cerebro, corazón, riñones, hígado y pulmones.

El metabolismo, la estatura, el peso y la intensidad son variables que determinan el número de calorías que quema cada persona.

Debido a que el metabolismo se encarga de ‘quemar’ las calorías del cuero, se ha planteado la posibilidad de que acelerándolo y eliminando más calorías de lo normal, de esta forma, las personas podrían perder peso. Pero, no existe evidencia que lo confirme. Lo que sí es cierto, es que un metabolismo saludable y rápido ayuda a mantener con el peso adecuado a las personas, mientras que uno lento y poco estimulado influye en la acumulación de calorías y el sobrepeso.

De acuerdo con la doctora Laila Tabatabai, endocrinóloga del Hospital Houston Methodist, en un artículo de la misma institución, los factores que influyen en la calidad del metabolismo son la edad, porque “la tasa metabólica disminuye a mayor edad”.

También la cantidad de masa muscular, puesto que “el músculo quema más calorías que la grasa”. Así mismo, es determinante el nivel actividad física de las personas, “cuanto más activo físicamente seas, más energía necesita tu cuerpo”.

Los alimentos determinan en cierta medida cómo se comporta el metabolismo, una dieta alta en grasas y alimentos procesados puede afectarlo. | Foto: Getty Images

Otro factor a considerar son las hormonas como las tiroideas, cortisol, insulina, leptina, grelina, testosterona, estrógeno, entre otras, cuyos niveles pueden alterar el metabolismo. Por ejemplo, “el hipotiroidismo pueden conducir a un metabolismo más lento, mientras que otros, como el hipertiroidismo y la fibrosis quística, pueden conducir a un metabolismo más rápido”.

La doctora agrega que hay alimentos que pueden acelerarlo, y medicamentos, “como los antidepresivos, también pueden retrasar el metabolismo”.

Más allá de los mitos, la doctora Tabatabai asegura que “gran parte del truco para mejorar el metabolismo es comprender qué es lo que hacemos con nuestro tiempo. Si estás sentado frente a una computadora durante ocho horas al día solo para ir a casa y sentarte frente a tu televisor por otras dos o tres, eso seguramente reducirá tu tasa metabólica”.

No solo ejercicios aeróbicos, sino anaeróbicos en los que se esfuerzan los músculos, ayudan a activar el metabolismo. Foto: Getty Images | Foto: Getty Images

En ese sentido, las recomendaciones son establecer una dieta balanceada con buenas proteínas animales, pero no en exceso, acompañadas de verduras y frutas. Además, evitar toda clase de alimentos y bebidas procesadas, tomar bastante agua y tener un sueño saludable. Todo lo anterior, fundamentado con una rutina de actividad física, sobre todo de ejercicios aeróbicos y anaeróbicos.

“El ejercicio aeróbico es ciertamente importante para la salud general, pero nos hemos perdido de otra pieza clave: el ejercicio anaerobio. Desafiar a nuestras pequeñas y grandes fibras musculares a través del entrenamiento de fuerza es fundamental para el metabolismo óptimo. Ayuda a fortalecer y mantener el músculo magro, que es metabólicamente más activo”, explica la doctora del Hospital Metodista de Houston.