El cáncer de colon es una enfermedad que ataca, como su nombre lo dice, al colon o intestino grueso. Se da por el crecimiento y multiplicación sin control de algunas células dañadas (cancerosas) en este órgano. Aunque puede aparecer en cualquier edad, es mucho más común en los adultos mayores.

La quimioterapia y la radioterapia son algunos de los tratamientos que se utilizan para combatir el cáncer de colon. Los principales síntomas de esta enfermedad son los cambios en los hábitos intestinales, tener sangre en las heces, sufrir molestias abdominales frecuentes, perder peso sin razón alguna y padecer debilidad o fatiga.

Por su parte, la diabetes “es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. La glucosa proviene de los alimentos que consume. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Diabetes. | Foto: Libre de derechos

“Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios. Puede dañar los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro. Las mujeres embarazadas también pueden desarrollar diabetes, llamada diabetes gestacional”, agrega la entidad.

La alimentación es un factor clave para prevenir el surgimiento de un cáncer de colon y de un trastorno crónico y metabólico como la diabetes. Precisamente, existe un alimento de origen vegetal que ayuda a evitar el tipo de cáncer mencionado y además, controla la diabetes.

Se trata del ajo, uno de los alimentos más saludables que existen. Acumula una gran cantidad de vitamina C, vitamina B6 y fósforo. El ajo tiene su origen en Asia Central y los seres humanos lo han consumido desde años ancestrales.

“Gracias a la acción de la alicina, de la aliina y del ajoene, que son compuestos sulfurados, el ajo posee efecto antioxidante, lo cual evita la formación de radicales libres y protege las células del organismo. Asimismo, los sulfuros de alilo ayudan a estimular algunas enzimas que desintoxican al organismo de agentes que causan cáncer de colon”, afirma el portal portugués Tua Saúde.

Ajo. | Foto: Getty Images

A su vez, el mismo sitio dice que “según algunos estudios, el ajo tiene propiedades antidiabéticas que están relacionadas con la capacidad de incrementar la secreción de insulina desde las células beta del páncreas, mejorando su funcionamiento, ayudando así a prevenir y a controlar la diabetes. Además de eso, el ajo puede actuar evitando la progresión de esta enfermedad, al inhibir los productos avanzados de la glucólisis”.

Como todo alimento, el ajo se debe consumir de forma moderada, sin llegar a un exceso, esto para aprovechar de la mejor manera posible todos sus nutrientes. Por lo general, se consume en su propio estado en ayunas.

Entre otros beneficios del ajo, cabe mencionar que este alimento de origen vegetal, al ser rico en vitamina C, ayuda a fortalecer el sistema inmune, por lo que previene y combate enfermedades de tipo respiratorio.

Además, también es ideal para proteger la salud del corazón. “El ajo ayuda a reducir los niveles de colesterol ‘malo’ (LDL) y de triglicéridos en la sangre debido a que inhibe su oxidación, reduciendo así el riesgo de sufrir aterosclerosis”, concluye Tua Saúde.

Ajo, alimento saludable. | Foto: Getty Images