La moringa es una planta que tuvo un especial auge durante la pandemia de Covid-19 por resultar ser un medicamento natural y alternativo para enfrentar los malestares de esta enfermedad, según algunos sectores naturistas, después de ello se quedó en el imaginario de muchas personas que los utilizaron como infusión para afrontar otros males como la fiebre, gripas, catarros etc.
Este portal describió un caso de toxicodermia por moringa, un efecto adverso poco descrito en la literatura.
Y complementa el documento: “Durante la entrevista, la paciente negó haber tomado nueva medicación o alimentos, pero reconoció llevar 2 semanas tomando moringa en forma de polvo que añadía a las ensaladas, en una cantidad no especificada, e infusiones diarias con la finalidad de perder peso”.
Los expertos exponen que la moringa, o cualquier planta medicinal, puede causar daño debido al efecto farmacológico directo de alguno de sus componentes, a la interacción con los fármacos habituales o por contaminantes desconocidos. Sin embargo, su mecanismo de acción exacto es desconocido y la mayoría de los estudios están enfocados a investigar sus propiedades antiinflamatorias, justo lo contrario de lo que le ocurrió con el paciente de este caso.