Los trastornos psiquiátricos o enfermedades mentales son afecciones que suelen impactar los pensamientos, sentimientos, comportamientos y el estado de ánimo, apareciendo o desapareciendo en un corto período de tiempo, según las características de cada persona y qué tanto haya avanzado el problema de salud.
En ocasiones, esta afección puede ser crónica y es ahí donde la persona se ve afectada en su capacidad para relacionarse con los demás y realizar las actividades diarias. Por ejemplo, una de las enfermedades que se manifiesta antes de los 20 años de edad y corresponde al 10 % de los casos es el Huntington, “un deterioro progresivo e irreversible de las funciones cognitivas”, según por el sitio web Comunidad de Madrid.
“La corea tiende a incapacitar, pero a medida que la enfermedad progresa se sustituye lentamente por un cuadro de rigidez. Los trastornos psiquiátricos, como depresión, manía, perturbación obsesivo- compulsiva y ansiedad, pueden preceder a las manifestaciones motoras, mientras que las funciones cognitivas generalmente sólo se afectan en la fase más avanzada de la enfermedad, que evoluciona hacia un cuadro de demencia”, reseñó el portal citado.
Esta enfermedad suele producirse con mayor frecuencia, en el 75 al 80 % de los casos, cuando el padre es el progenitor afectado y se lo transmite de forma hereditaria a cualquier niño de la familia, con una probabilidad del 50 % de mutación. La persona suele presentar un menor tiempo de vida (aproximadamente ocho años), “con predominio de la rigidez desde el principio y mayor probabilidad de convulsiones”.
Síntomas del Huntington
De acuerdo con MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, los síntomas que identifican al Huntington suele aparecer hasta después de los 30 o 40 años. Los signos de alerta iniciales que delatarían la enfermedad “pueden incluir movimientos descontrolados, torpeza y problemas de equilibrio. Más adelante, puede impedir caminar, hablar y tragar. Algunas personas dejan de reconocer a sus familiares. Otros están concientes de lo que los rodea y pueden expresar sus emociones”.
Desafortunadamente, esta enfermedad no tiene tratamiento efectivo, aunque algunos de los signos de alerta suelen mejorar con tratamiento sintomático para paliar los motrices y psiquiátricos. El paciente podrá lograr adaptarse a los cambios que puedan ocurrir durante un cierto tiempo.