Este 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, Epoc, que se caracteriza por la reducción persistente en el flujo de aire y que empeora gradualmente.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en 2015 la Epoc fue la causa de muerte de 3,17 millones de personas en todo el mundo, lo cual representó el 5% de todas los fallecimientos registrados ese año.
Se estima que para 2020 la Epoc aumentaría su taza de mortalidad a 4,7 millones de decesos por año, convirtiéndose en la tercer causa de muerte en el mundo.
Un estudio realizado por la Sociedad Colombiana de Neumología, concluyó que en el país hay entre un millón y un millón y medio de personas con este padecimiento y la mayoría lo desconoce.
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La Epoc usualmente padecida por fumadores activos o pasivos o por personas expuestas a humos de biomasa -leña y derivados del petróleo-, o a la polución y la contaminación.
“En general, todos pueden llegar a padecer la Epoc, ya que nuestra exposición al humo es crónica”, explica el médico internista de la Clínica Palmira, Diego Escobar.
100
millones de personas en el mundo padecen Epoc.
10
minutos dura el examen para detectar la Epoc.
Un sencillo test para constatar si se padece la enfermedad consta de responder a las siguientes preguntas: ¿Tose la mayoría de los días? ¿Arranca flemas con frecuencia? ¿Siente que se fatiga más fácilmente que otras personas de su edad? ¿Tiene más de 40 años? ¿Fuma o ha fumado?
Si la respuesta es afirmativa en tres o más oportunidades, es muy probable que esa persona sufra la Epoc y se recomienda consultar un médico cuanto antes.
“En general la Epoc no tiene cura, pero se puede controlar. Además, si se diagnóstica Epoc leve puede tener regresión y ser curada”, dice el doctor Escobar.
Pero, según él mismo reconoce, es poco usual que se den estos casos, ya que “por lo general se detecta la enfermedad cuando ya se encuentra en estados avanzados, con demasiada exposición a los irritantes de las vías aéreas y con daños irreversibles, por lo cual los medicamentos pasan a ser sólo controladores de la enfermedad”.
“La Epoc nunca desaparece y empeora con los años, en especial si no se lleva un buen control o sigue fumando”, dice el especialista en Medicina Interna, Eric Ibarguen Cassano, de la Clínica de Occidente.
Sin embargo, un adecuado tratamiento puede aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida de las personas y reducir el riesgo de defunción.
Dejar de fumar es la primera medida para enfrentar el mal.
La vacunación como medida de prevención contra las infecciones virales, como la influenza o bacterianas, como el neumococo, evita la agudización de la enfermedad.
Se recomienda una adecuada higiene de las manos para prevenir infecciones y el uso de inhaladores.
También se puede reducir el tamaño de los pulmones a través de la cirugía y la aplicación de dispositivos endobronquiales o tener un trasplante pulmonar, pero es para un pequeño porcentaje de pacientes que no responde a las otras intervenciones.
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Vapeadores y genética
Aunque vapeadores fueron creados como una medida con fines positivos, “los estudios han demostrado un aumento en la mortalidad, por lo cual no es recomendable su uso”, comenta el doctor Escobar.
“Los vapeadores pueden padecer la Epoc, ya que es un químico y genera cambios en el pulmón”, expone el doctor Ibarguen. Además de los factores externos, también la genética juega un papel determinante para que la persona tenga más o menos probabilidades de padecer la enfermedad.
“Hay una alteración genética, conocida como el déficit de alfa 1 antitripsina, que es una enzima, lo cual hace que en una persona pueda haber una predisposición genética hacia la Epoc”, dice Ibarguen.
En Colombia, según el doctor Escobar, la ciudad donde más casos de Epoc se presentan es Medellín, por la polución, y luego Bogotá, por polución y fumadores activos. A nivel mundial ciudades altamente pobladas ciudades como México D.F. y Beijing tienen niveles alarmantes de polución, que producen irritación de vías aéreas y donde se han observado casos de Epoc.
Los vapeadores se crearon como medida para dejar de fumar y para tener niveles de nicotina bajos. Pero estudios han demostrado un aumento en la mortalidad.
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Síntomas
Los síntomas pueden aparecer desde 5 a 10 años después de la exposición a gases y químicos. En algunos casos pueden presentarse 20 años más tarde.
Usualmente aparecen en la adultez, en personas mayores de 60 años, pero si la exposición fue a temprana edad los síntomas se desarrollan más rápido.
Aunque dejen de fumar o de exponerse a los químicos, la enfermedad igual puede aparecer.
Vías respiratorias
Los síntomas más frecuentes son la tos crónica, de más de un mes.
Puede ser seca o productiva, con expectoración blanquecina. Puede presentarse una sensación de dificultad respiratoria
El ahogo empeora con el ejercicio.
Los silbidos en el pecho es otro de los principales síntomas.
decoloración de la piel
Los labios del enfermo tienen tendencia a ponerse morados por la falta de oxígeno.
Las manos también pueden adquirir un color violáceo.
Tratamiento
Medidas no farmacológicas
El tratamiento no farmacológico consiste, principalmente, en que los pacientes fumadores dejen de fumar.
A este grupo de pacientes fumadores también se les recomienda vacunarse contra la influenza y contra el neumococo, para evitar la agudización de la enfermedad, y también tener en casa oxígeno domiciliario.
También se recomienda lavarse las manos para evitar infecciones virales.
Medidas farmacológicas
El tratamiento farmacológico incluye inhaladores para dilatar los bronquios y esteroides inhalados para disminuir la inflamación de las vías respiratorias.
Cirugía
Reducción del tamaño de los pulmones.
Transplante de pulmón. Esta es la última medida.