Los minerales y las vitaminas son de gran relevancia para la salud del organismo. De hecho, existen 13 vitaminas esenciales que se clasifican en liposolubles e hidrosolubles. Las liposolubles son aquellas que se almacenan en el hígado, el tejido graso y los músculos, y se eliminan con las heces; dentro de esta clasificación están la A, D, E, K.
Mientras que las vitaminas hidrosolubles son las que se encuentran y se disuelven con el agua del cuerpo, es muy fácil eliminar su exceso a través de la orina o el sudor, por eso, es tan importante asegurar su consumo día a día; dentro de esta categoría se encuentran la C y todas las del grupo B.
Una de las mejores opciones que el cuerpo necesita para estar más sano es la vitamina K, importante para la coagulación de la sangre y la salud de los huesos. A su vez, expertos aseguran que es fundamental para prolongar el envejecimiento prematuro y volverlo más saludable.
De acuerdo con Pablo García de Frutos, Director del Grupo de Hemostasia e Inmunidad del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, o el National Institutes of Health (NIH) del Gobierno de los Estados Unidos, citado por 20Minutos, “la historia de la vitamina K está estrechamente ligada a la coagulación sanguínea. Su nombre proviene del danés ‘koagulation’, y su descubrimiento surgió al detectar una sustancia dietética con efecto antihemorrágico. Sin embargo, no fue hasta los años 70 que comenzamos a entender completamente su funcionamiento”.
La vitamina K contienen “proteínas dependientes” de esta vitamina, entre la que se destaca la protrombina, “regulador central de la cascada de coagulación”. El papel que desempeña esta proteína es vital, ya que “ayuda a las células del sistema inmunológico a recuperar tejidos dañados”, así como regula la inflamación, elimina células en proceso de muerte irreversible y regenera nuevas células.
Por ejemplo, para quienes buscan un envejecimiento saludable, científicos y expertos proponen aumentar la ingesta de vitamina K, especialmente en personas mayores, ya sea con la ayuda de alimentos que la contengan o con ayuda de suplementación. “Esto no solo podría prevenir la calcificación de los vasos sanguíneos y mejorar la salud ósea, sino también reforzar los sistemas de reparación de tejidos”, precisó el portal citado.
Esta vitamina tiene otros beneficios para la piel entre los que se encuentra: reducir la inflamación, hidratar el rostro, prevenir el acné y los signos de envejecimiento. Una mala circulación sanguínea puede ocasionar ojeras y bolsas en los ojos “producto de la falta de descanso, hidratación y hasta una alimentación no saludable”.
Vogue menciona que la vitamina K promueve el correcto flujo sanguíneo y reduce la flacidez en el rostro. Gracias a eso, esta vitamina puede ayudar a disminuir los tonos oscuros que se hacen debajo de los ojos, además, al ayudar a tensar la piel, las bolsas de los ojos suelen disminuir.