La cebolla, un ingrediente esencial en muchas cocinas alrededor del mundo, se presenta en diferentes variedades que pueden confundir incluso a los cocineros más experimentados. Dos de las variedades más comunes son la cebolla morada y la cebolla blanca.

Aunque puedan parecer similares, existen diferencias importantes entre ambas, que van más allá del color y la forma. Aquí desglosamos las particularidades de cada una para que puedas tomar decisiones informadas en la cocina.

Sabor y uso en platos frescos:

La cebolla morada, caracterizada por su tono vibrante y su sabor único, tiene una dulzura más pronunciada en comparación con su contraparte blanca. Además, su nivel de picante es más suave, lo que la convierte en una opción ideal para comer cruda, ya sea en ensaladas o sándwiches, sin generar lágrimas. Asimismo, su color intenso la convierte en una elección popular para agregar un toque visual a los platos.

sopa de cebolla, una especialidad para preparar. | Foto: bonchan

Cocina y uso en platos cocidos:

La cebolla blanca brilla en el ámbito de la cocina. Al cocinarla, su sabor se suaviza y adquiere un tono dulce, a diferencia de la cebolla morada, que puede volverse más amarga. Esta particularidad hace que la cebolla blanca sea una excelente base de sabor en sopas, guisos, arroces y otros platillos cocidos.

Por otro lado, la cebolla morada se destaca por añadir sabor y color a platos que buscan un toque visual. Su sabor dulce y su llamativo tono la hacen perfecta para decorar platos, servirla cruda en ensaladas o incluso incorporarla en salsas y condimentos.

Beneficios nutricionales:

La cebolla morada, con su sabor suave y su color intenso, es rica en antocianinas, antioxidantes que contribuyen a la salud cardiovascular y a la prevención de enfermedades crónicas. Por otro lado, la cebolla blanca, aunque más fuerte y amarga, es una excelente fuente de vitamina C, hierro y magnesio.

Elección basada en uso:

Ayuda a limpiar los pulmones y aliviar la tos, pues este vegetal posee propiedades expectorantes. | Foto: HeikeRau

Características especiales:

La cebolla morada presenta un sabor intenso y firme, así como un color vibrante. Su contenido de antioxidantes es mayor que el de la cebolla blanca, lo que la hace más saludable. Además, la cebolla morada tiene mayor durabilidad, permitiendo su uso prolongado.

Por otro lado, la cebolla blanca es más grande, fuerte y ácida, ideal para cocinar. La cebolla roja, por su parte, es más pequeña, dulce y suave, perfecta para dar color.

Conclusión:

En última instancia, ambas cebollas tienen características únicas y beneficios nutricionales. La elección se basará en el tipo de plato que desees preparar. Ya sea cebolla morada para ensaladas o cebolla blanca para platillos cocidos, ambas variedades ofrecen una amplia gama de sabores y usos. Explorar estas diferencias en la cocina puede llevar tus platillos al siguiente nivel.

Beneficios de la cebolla morada

La cebolla morada, conocida por su distintivo sabor y aroma, es un ingrediente ampliamente utilizado en la cocina para sazonar una variedad de platillos. Sin embargo, más allá de su papel como condimento, esta hortaliza posee una serie de beneficios para la salud que aún son desconocidos por muchas personas.

La cebolla morada es favorable para estimular la circulación sanguínea en el cuero cabelludo. | Foto: Getty Images

Los expertos del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) han realizado investigaciones y descubrimientos fascinantes sobre los beneficios de la cebolla morada para la salud.

Uno de los compuestos clave presentes en esta variedad de cebolla es el alil propilo disulfuro, un compuesto de azufre que ha demostrado ser efectivo para aumentar la producción de insulina en el cuerpo. La insulina es una hormona esencial que regula los niveles de glucosa en la sangre, y su deficiencia o resistencia está relacionada con la diabetes tipo 2.

La inclusión de la cebolla morada en la dieta puede brindar beneficios adicionales para la salud en diferentes áreas.