Lo primero a saber es que las semillas de sésamo, mejor conocido como ajonjolí, son muy comunes en la gastronomía, su uso se remonta a hace más de 3000 años, su nombre científico es Sesamum indicum. De hecho, el cultivo de esta planta es de los más antiguos para la producción de aceite.

Esta especie es originaria de la India y de África y, en tiempos pasados, era utilizado por su alto contenido en óleo. Actualmente, se usa en un sinnúmero de platos tradicionales de todo el mundo y por sus propiedades nutricionales se considera un superalimento.

Algunos de los beneficios que muchos desconocen es que en su cáscara, se encuentra 8 veces más calcio que la leche de vaca, y con una biodisponibilidad en torno al 20%.

Las semillas de ajonjolí contienen variedad de propiedades que benefician al organismo. | Foto: Getty Images

Además, existen varios tipos de semillas de sésamo: el blanco, el negro y el rojo. El sésamo blanco: es extremadamente rico en calcio y el más usado en la cocina. El sésamo negro: se utiliza con fines medicinales porque produce un aceite de mayor calidad. Mientras que, el sésamo rojo: le debe su color a su mayor contenido en hierro con respecto a los otros dos tipos.

Algunos de los aportes del ajonjolí al cuerpo son:

A nivel muscular, por su alto contenido de proteínas. Además, entre sus aminoácidos se destacan el triptófano (156% de la CDR) y la metionina, un aminoácido esencial nada habitual en las semillas, que explica la riqueza proteica del hummus. Es también rico en lecitina, una grasa que beneficia al cerebro y colina, que también contribuye a la digestión de las grasas y evita la acumulación de colesterol malo en las arterias.

Ayuda a regular y reducir el llamado colesterol malo o LDL, ya que es rico en lecitina, una sustancia que actúa como emulgente, y ayuda a que las grasas y el colesterol se disuelvan en agua, y el cuerpo pueda eliminarlos más fácilmente. Los ácidos grasos que contiene, al igual que la lecitina, favorecen la digestión de las grasas, reducen el colesterol LDL.

Tenga en cuenta que demasiada cantidad de LDL en la sangre puede obstruir las arterias. | Foto: Getty Images

Fortalece el sistema nervioso, mejora la memoria y el esfuerzo mental, lo cual beneficia a quienes poseen algún déficit, lo que les provoca problemas a la hora de memorizar o efectuar cualquier tipo de esfuerzo mental. Además, el sésamo tiene una alta concentración en antioxidantes, fósforo y colina. Tomar sésamo a diario consigue mejorar las capacidades cerebrales, haciendo que nuestro cerebro se muestre más activo, y logre mejorar la memoria y la concentración.

También se usa para tratar problemas de insomnio, depresión, estrés y ansiedad, gracias a su gran contenido en triptófano. Favorece el funcionamiento del aparato digestivo y protege la flora bacteriana.

Por su aporte de fibra, el ajonjolí ayuda a mejorar el metabolismo y la función intestinal. Esta fibra insoluble y los mucilagos presentes en las semillas, ayudan a regular el tránsito intestinal, contribuyendo a la salud de nuestra flora bacteriana y ayudando a depurar el cuerpo de un modo natural.

Las semillas son muy saludables para el organismo y, y es precisamente, el ajonjolí, una de ellas. | Foto: Getty Images

Además, la fibra soluble que aporta ayuda a que los carbohidratos sean absorbidos en menor cantidad, y procesados de un modo más lento, evitando así los temidos picos de glucosa.

Sus propiedades además ayudan a que las grasas en el hígado se metabolicen mejor, por lo que puede ser muy recomendable en dietas para controlar el colesterol o para depurar (detox).

Otro de los nutrientes que contiene es el calcio, que puede atenuar la osteoporosis si se incluye de manera regular en la dieta. Cabe destacar que la ingesta de calcio es fundamental también para combatir la debilidad ósea o la pérdida de cabello.