La presión arterial baja, también es conocida como hipotensión, es un tema que merece atención y cuidado. Para obtener un diagnóstico preciso, los profesionales de la salud realizan un examen físico y consideran el historial médico del paciente.

El proceso incluye la medición de la presión arterial, una herramienta esencial para entender el estado cardiovascular del individuo. Además, se pueden llevar a cabo pruebas adicionales para identificar la causa subyacente de la presión arterial baja.

La presión arterial elevada puede causar inconvenientes del corazón. | Foto: Nico De Pasquale Photography

Análisis de sangre

Los análisis de sangre se convierten en una herramienta valiosa para diagnosticar factores que podrían contribuir a la presión arterial baja.

Por ejemplo, pueden ayudar a identificar niveles bajos de glucosa en la sangre, que pueden llevar a hipoglucemia, o niveles elevados de glucosa, asociados a la hiperglucemia o la diabetes. Además, los análisis de sangre también pueden señalar un recuento bajo de glóbulos rojos, que indica anemia, una condición que puede reducir la presión arterial.

Electrocardiograma

El electrocardiograma, conocido como ECG, emerge como una herramienta valiosa para evaluar la actividad eléctrica del corazón.

Durante esta prueba indolora, los electrodos se adhieren al pecho y a veces a los brazos o piernas. Estos electrodos están conectados a una máquina que registra los resultados.

Un electrocardiograma es la manera más eficiente de saber el estado de su corazón. | Foto: Getty Images

El ECG proporciona información sobre la frecuencia cardíaca y la salud cardiovascular en general. Puede ser utilizado para diagnosticar ataques cardíacos presentes o pasados, brindando una comprensión más profunda de la salud del corazón.

Prueba de la mesa basculante

La prueba de la mesa basculante se erige como un método para entender cómo reacciona el cuerpo a los cambios de posición. Durante esta prueba, el individuo se coloca sobre una mesa que se inclina, simulando la transición de una posición horizontal a una posición de pie.

Esto debe hacer cuando a una persona se le baja la presión

Si la presión arterial baja no presenta síntomas o solo provoca síntomas leves, es posible que no se necesite tratamiento. Sin embargo, si los síntomas son notorios, el enfoque del tratamiento dependerá de la causa subyacente.

Por ejemplo, si un medicamento es responsable de la presión arterial baja, un proveedor de atención médica puede recomendar ajustar la dosis o cambiar el medicamento. Es importante nunca modificar el uso de un medicamento sin consultar primero con un profesional de la salud.

En situaciones en las que la causa de la presión arterial baja no es evidente o no tiene un tratamiento específico, el objetivo es elevar la presión arterial y aliviar los síntomas. A continuación, se presentan algunas estrategias que pueden considerarse:

Modificaciones en la dieta: En algunas circunstancias, aumentar la ingesta de sal puede ser beneficioso para elevar la presión arterial.

Sin embargo, es importante consultar con su médico antes de hacerlo, ya que un exceso de sodio puede tener efectos negativos, especialmente en adultos mayores. Además, mantener una hidratación adecuada es crucial para prevenir la deshidratación y mantener el volumen sanguíneo.

Medias de compresión: Estas medias elásticas, también conocidas como medias de soporte, no solo alivian la hinchazón causada por venas varicosas, sino que también pueden estimular el flujo sanguíneo desde las piernas hacia el corazón.

Medicamentos: Para casos de hipotensión ortostática, donde la presión arterial baja ocurre al ponerse de pie, hay una variedad de medicamentos disponibles.

La fludrocortisona, por ejemplo, puede aumentar el volumen sanguíneo. Otro medicamento, el midodrina, puede ser recetado para elevar los niveles de presión arterial al estar de pie. Sin embargo, siempre es esencial seguir las recomendaciones médicas y monitorear los efectos de los medicamentos.

Remedios caseros: Pequeños cambios en el estilo de vida pueden marcar la diferencia en el manejo de la presión arterial baja. Consumir más agua y reducir la ingesta de alcohol son recomendaciones valiosas. Prestar atención a las posiciones del cuerpo al levantarse también puede ayudar a prevenir los síntomas.

El alcohol es perjudicial para la presión sanguínea. | Foto: Lauri Patterson