El juego de naranja suele ser tomado por las grandes propiedades que tiene en el organismo. Por ello, muchas personas lo combinan con diversos acompañantes con el fin de impulsar su beneficio.
“El zumo de naranja es una bebida altamente nutritiva que puede aportar numerosos beneficios a la salud cuando se consume en ayunas”, según los expertos en nutrición. Una de las ventajas más destacadas es su capacidad para mejorar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmunológico.
La vitamina C, presente en abundancia en el zumo de naranja, es esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. De acuerdo con eurofitness.com, “beber zumo de naranja en ayunas proporciona una dosis concentrada de vitamina C, lo que ayuda a fortalecer las defensas del organismo y prevenir enfermedades como los resfriados y la gripe”.
Además, el zumo de naranja en ayunas estimula la producción de enzimas digestivas y favorece la secreción de bilis, lo que mejora la digestión y previene problemas como la acidez estomacal, la pesadez y las úlceras. Algunos expertos recomiendan esta práctica como una forma natural de promover una salud digestiva óptima y prevenir trastornos gastrointestinales.
Por otro lado, la avena es una excelente fuente de nutrientes esenciales para el cuerpo y el cerebro. Está repleta de fibra soluble, que ayuda a mantener niveles de glucosa en sangre estables y a mejorar la salud cardiovascular. Además, es rica en vitaminas del grupo B, como la vitamina B6 y la niacina, que desempeñan un papel importante en el metabolismo y la función cerebral.
¿Qué pasa si combino avena con jugo de naranja?
La fibra del cereal contribuye a mejorar la absorción de compuestos antioxidantes del jugo por el organismo, así lo confirmó una investigación realizada por el centro Alameda del Obispo de IFAPA en Córdoba. De hecho, el estudio realizó ensayos clínicos de cómo se produce la absorción y transformación de ciertos compuestos si se añade directamente en la ingesta.
“El organismo absorbe mejor los compuestos beneficiosos del zumo de naranja si se agrega betaglucano, la fibra soluble de la avena”, resalta la investigación realizada. En ese sentido, el proceso que se produce en el intestino tras la ingesta de jugo enriquecido mejora los efectos positivos sobre la flora intestinal.
Vale la pena resaltar que el artículo ‘Bioavailability of orange juice (poly)phenols: β-glucan-rich oat bran decreases urinary excretion of flavanone phase II metabolites and enhances excretion of microbiota derived phenolic catabolites’ publicado en la revista Free Radical Biology and Medicine, evidencia que la acción de la firbra se produce en el tracto intestinal promoviendo que los microorganismos transformen los compuestos del jugo en otras moléculas sencillas y disponibles.
Algunos beneficios
De acuerdo con el estudio, su consumo contribuye a la reducción de la concentración de glucosa posprandial, es decir, el nivel de azúcar en sangre tiempo después de haber comido. Si este valor es alto, puede ser un indicador de disfunciones metabólicas y se incrementa el riesgo de desarrollar diabetes. “Utilizamos esta sustancia porque se ha demostrado que puede regular la disponibilidad de ciertos compuestos en el organismo, como el colesterol y la glucosa, y hemos comprobado que también afecta a los compuestos fenólicos o antioxidantes de la naranja”, indica la investigadora del IFAPA Gema Pereira, autora del artículo.
Cabe mencionar que los expertos continúan sus investigaciones sobre las características y propiedades antioxidantes y bioactivas de distintos alimentos y la interacción que ejercen unos con otros durante la digestión, con el objetivo de obtener productos enriquecidos que optimicen los beneficios sobre el organismo, como la propia naranja con otros cereales. Pues al parecer, son dos alimentos muy consumidos por las personas.