La manzana es una de las frutas favoritas de muchas personas gracias a su sabor y su versatilidad, ya que se puede consumir en jugo, postres y ensaladas. Sin embargo, pocos conocen sus beneficios para la salud.

En concreto, tiene proteínas y vitaminas C y E, además de importantes dosis de hierro y potasio, esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Gracias a su bajo contenido calórico, de 53 calorías por 100 gramos, y su elevado contenido en agua, con 82,5 %, la manzana puede ser una gran aliada en el día a día.

Además, es una fruta muy saciante que aporta una gran cantidad de vitaminas. Según los expertos, hay que comer tres piezas de esta fruta sin pelarla cada día para perder grasa y calmar la ansiedad que provoca el hambre psicológica, esa que implica comer alimentos con un alto contenido calórico, de acuerdo al magazín de salud MensHealth.

Según un artículo publicado recientemente en Nutrition Journal, si las personas comen cinco o más manzanas por semana, sus pulmones podrían sostener 138 mililitros más de aire durante una prueba de volumen respiratorio forzado en comparación con alguien que no las consume.

Ahora bien, su cáscara también cuenta con varios beneficios. De hecho, la salud gástrica es la que más se beneficia del consumo de la piel de este alimento. Su pectina apoya la función digestiva, contribuye a descomponer con más facilidad los alimentos y combate problemas como el estreñimiento (cuando se ingiere cocida y en ayunas), según afirma un artículo de la revista Medicine.

Su pectina apoya la función digestiva, contribuye a descomponer con más facilidad los alimentos y combate problemas como el estreñimiento | Foto: Getty Images / urbazon

Otros beneficios de la cáscara de manzana

Buena para la salud bucal

  • Consumir manzanas es bueno para tener unos dientes sanos, ya que mejora la circulación de la sangre de las encías y regula el PH de la boca.

Antiinflamatoria

  • De acuerdo con Harvard Health Publishing, las manzanas se incluyen dentro de las frutas más antiinflamatorias. Estos resultan interesantes para el organismo, ya que protegen frente a enfermedades como la diabetes, los trastornos inflamatorios del colon o algunos tipos de cáncer.

Ayuda a ganar masa muscular

  • Con la cáscara de la manzana no solo se le aporta fibra y una ligera cantidad de proteína, sino que además obtiene los beneficios del ácido ursólico, que reduce el desgaste muscular y promueve el crecimiento del músculo, según el portal Mejor con Salud.
  • Se cree que ingerirla podría complementar el tratamiento de atrofia muscular, una enfermedad que se caracteriza por la disminución de masa muscular.
Los polifenoles presentes en la manzana, tienen acción antioxidante que protegen las células beta del páncreas del daño oxidativo, las cuales se encargan de la producción de la insulina, | Foto: Copyright by Tom Werner

Prevenir y controlar la diabetes

  • Los polifenoles presentes en la manzana, tienen acción antioxidante que protegen las células beta del páncreas del daño oxidativo, las cuales se encargan de la producción de la insulina, hormona que mantiene el equilibrio de la glucosa en sangre, siendo importante para tratar la diabetes, según el portal de salud Tua Saúde.

Para prevenir el alzhéimer

  • Un trabajo publicado en Journal of Alzheimer’s Disease encontró que el jugo de manzana concentrado previene el daño oxidativo y el deterioro del rendimiento del cerebro. También se ha sugerido que puede detener el deterioro del rendimiento cognitivo asociado por deficiencias genéticas.
El jugo de manzana concentrado previene el daño oxidativo y el deterioro del rendimiento del cerebro. | Foto: Getty Images/iStockphoto

¿Cómo se preparar la cáscara de manzana?

Ingredientes:

  • 1 limón.
  • 1 rama de canela.
  • 2 vasos de agua (500 ml).
  • Las cáscaras de 2 manzanas.
  • 5 cucharaditas de miel (25 g).

Preparación:

  • Colocar una olla con agua a hervir a fuego medio.
  • Antes de que rompa en hervor el agua, agregar las cáscaras de manzana y dejarlas cocer durante 5 minutos.
  • Añadir la rama de canela, tapar la olla y dejar reposar 10 minutos a fuego bajo.
  • Cuando haya pasado el tiempo, apagar el fuego, colar la infusión y agregarle un poco de zumo de limón y miel de abejas.
  • Remover varias veces con una cuchara para integrarlo todo.
  • Disfrutar al momento. Preferiblemente, antes de almorzar y otro en la cena.