Una de las plantas medicinales que usualmente más se recomienda para consumir en infusiones es la manzanilla, elemento natural que tiene hojas aisladas y se caracteriza por pequeñas flores blancas con centro amarillo en sus puntas.

Las creencias populares catalogan la manzanilla como “milagrosa”, ya que puede tratar afecciones del organismo. De acuerdo con el portal web Alkanatur, esta planta es una de las más utilizadas desde la antigüedad por sus propiedades medicinales y por su capacidad para aliviar diversas dolencias como los problemas digestivos, además de ser un calmante natural.

Según data la historia, su origen se encuentra en Europa occidental, donde es bien valorada por la gran cantidad de propiedades y beneficios que tiene para la salud.

El efecto antiinflamatorio de la manzanilla actúa sobre la mucosa del tracto gastrointestinal, ayudando a relajar la musculatura y mejorando el tránsito de los alimentos. | Foto: Libre de derechos

Entre tanto, la forma adecuada para el consumo de manzanilla es mediante infusiones, donde todos los componentes y propiedades de esta planta son disueltos en agua.

“La manzanilla es una de las hierbas más estudiadas, utilizadas y recomendadas por los médicos naturistas durante toda la historia de la sociedad. Su inconfundible aroma le da un distintivo sabor herbal, bastante agradable y muy relajante. Su forma habitual de consumo es mediante infusión, ya que es fácil de preparar y mantiene concentrado todas sus propiedades”, indica Alkanatur.

Sin embargo, a pesar de las propiedades de la hierba, existen contraindicaciones que se producen por su consumo excesivo todos los días. Para los expertos, la infusión de manzanilla se debe ingerir de forma moderada y se recomienda variar la cantidad de tazas por semana.

Aunque la ingesta de la planta medicinal es seguro, no todos los cuerpos son iguales, por lo que tomarla en exceso todos los días posiblemente tendría efectos secundarios.

En ese orden de ideas, sea cual sea la situación que una persona experimente por el alto consumo de manzanilla, lo más aconsejable es consultar con especialistas en salud.

Tomar una infusión de manzanilla en la mañana al empezar el día y otra por las noches antes de dormir, le ayudará a sentirse más relajado. | Foto: Getty Images

Asimismo, Alkanatur destaca algunos de los beneficios que tiene consumir esta planta:

  • Activa el sistema inmunológico: Como consecuencia del estrés, el organismo libera una hormona en sangre llamada cortisol, la cual disminuye la efectividad del sistema inmunológico, haciendo más propensas las infecciones por virus y bacterias, como infecciones urinarias recurrentes o infecciones respiratorias. “El efecto sedante de la manzanilla ayuda a mantener un control sobre esta hormona, manteniendo el sistema inmunológico en constante actividad y vigilancia del organismo. Para este efecto, se recomienda la ingesta diaria de infusión de manzanilla”.
  • Es un calmante natural: Según el portal especializado, la manzanilla actúa como calmante natural, ya que está compuesta de esenciales que ayudan a relajar levemente los músculos, provocando una pequeña sensación de relajación y de calma, disminuyendo la ansiedad y el estrés.
Las propiedades de la manzanilla como alivio gastrointestinal gozan de gran reputación desde hace cientos de años, siendo documentado en las obras de Hipócrates como un remedio natural específico para este tipo de dolencias.
  • Alivia los dolores estomacales y mejora la digestión: Otro beneficio muy importante de la manzanilla es el alivio de los dolores que se pueden sentir después de una comida o aquella sensación de pesadez y flatulencia. Si está buscando un alivio natural, que lo haga sentir mejor y más relajado, debe tomar infusión de manzanilla al menos después de las comidas, especialmente encima del almuerzo. “Gracias a sus compuestos activos como los flavonoides, la manzanilla posee propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas que ayudan a aliviar y evitar los cólicos gastrointestinales y los problemas digestivos. También evita el desarrollo de úlceras gástricas”.