La vitamina D es la que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, principal componente de los huesos. Y anque esta vitamina también juega un papel importante en el sistema nervioso, muscular e inmunitario, quien está presentando deficiencia de ella debe estar alerta.

La edad es la que determina la cantidad de vitamina D que necesita su organismo. Por ejemplo los recién nacidos hasta los 12 meses requieren de 400 UI, los niños entre uno y 13 años, necesitan de 600 UI, los adultos de 19 a 70 años, 600 UI; los adultos mayores de 71 años, 800 UI; y las mujeres en embarazo o que se encuentran lactando, requieren de 600 UI.

El sol es otra manera de conseguir la vitamina D. | Foto: Getty Images

Y es que despues de exponerse al sol, el cuerpo produce vitamina D naturalmente, aunque no hay que exagerar, ya que de lo contrario podría presentarse un envejecimiento o cáncer de la piel.

Si no consume los alimentos adecuados o no recibe suficiente exposición a la luz solar, puede presentar deficiencia de este nutriente. Esto se verá reflejado cuando el hígado o los riñones no pueden convertir la vitamina D en su forma activa en el cuerpo

El atún es uno de los alimentos que contiene vitamina D. | Foto: Getty Images

Las personas que están en riesgo de carencia de vitamina D son los adultos mayores porque la piel no produce esta vitamina, los bebés que están amamantando, las personas de piel oscura, quienes tienen afecciones que dificultan la absorción de nutrientes de los alimentos, las personas obesas y quienes se han sometido a una cirugía de derivación gástrica.

Problemas que causa la deficiencia de vitamina D

La carencia de esta vitamina puede conducir a una pérdida de densidad ósea, lo que puede llevarla a sufrir de osteoporosis y fracturas.

Esto también puede derivar a una osteomalacia, que es la que causa huesos débiles, dolor óseo y debilidad muscular.

Alimentos que lo pueden ayudar

La vitamina D se puede obtener del hígado de res, pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa, hongos, quesos y de la yema del huevo.

También puede obtener vitamina D de alimentos fortificados como los cereales, la leche, el jugo de naranja, yogur, bebidas de soja, entre otros.

Si obtiene demasiada vitamina D puede presentar náuseas, falta de apetito, estreñimiento, debilidad y pérdida de peso. | Foto: GettyImages