Tomar agua con limón puede ser bueno para el organismo, porque hidrata y aporta una serie de minerales y vitaminas.
Como se recomienda en la mayoría de los casos, antes de ingerir cualquier alimento que pueda ser bueno para la salud, debe consultar a un especialista ya que no todos tienen los mismos efectos en el cuerpo.
Teniendo en cuenta esto, si usted es una persona que suele tener problemas de acidez, evite tomar agua con limón ya que puede generar ardor y úlceras en el estómago. Esto, debido a que el limón activa la pepsina, una enzima del estómago que descompone las proteínas.
Además, también puede afectar a los dientes, ya que los ácidos del limón son especialmente corrosivos para el esmalte, y adicionalmente, es posible que los azúcares del zumo alimenten a las caries.
¿Qué hace el agua de limón en los riñones?
Los riñones son dos órganos pequeños que cumplen una función muy importante en el organismo, pues se encargan de filtrar la sangre y eliminar aquellas toxinas y el exceso de agua, por medio de la orina.
El Instituto Nacional de Cáncer, explica que los riñones “ayudan a mantener el equilibrio de sustancias químicas (como sodio, potasio y calcio) en el cuerpo. Además, los riñones elaboran hormonas que ayudan a controlar la presión arterial y estimulan la médula ósea para que produzca glóbulos rojos”.
Es por esto mismo que es importante consumir líquidos con frecuencia, ya que son los que harán que los riñones tengan una buena salud; especialmente agua.
Esto, debido a que si no se “bebe suficiente agua, estos productos de desecho pueden acumularse en el cuerpo, lo que puede causar problemas renales y otros problemas de salud. Cuando el cuerpo no tiene suficiente agua, los riñones tienen que trabajar más para filtrar la sangre y producir orina”, indica el portal de Ascolnef.
En ese hilo, vale mencionar que pueden ocasionarse cálculos renales, o sea como pequeñas piedras de calcio que se hacen en los riñones y generan un gran dolor.
Por su parte, Mayo Clinic registra que “los cálculos renales (también llamados nefrolitiasis o urolitiasis) pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga”.
De igual manera, indican los posibles síntomas que se presentan cuando hay cálculos en los riñones, entre los que se destacan:
- Dolor punzante e intenso en los costados y la espalda, debajo de las costillas.
- Dolor que se propaga hacia la parte baja del abdomen y la ingle.
- Dolor que viene en oleadas y cuya intensidad fluctúa.
- Dolor o sensación de ardor al orinar.
- Orina de color rosado, rojo o marrón.
- Orina turbia o con olor desagradable.
- Necesidad constante de orinar, necesidad de orinar con mayor frecuencia u orinar en pequeñas cantidades.
- Náuseas y vómitos.
- Fiebre y escalofríos si existe una infección”.
De acuerdo con El Financiero, “los limones tienen citrato, un componente del ácido cítrico, el cual, ayuda a que la orina sea menos ácida y es capaz de romper pequeños cálculos, según Healthline. Para que se logren estos mejores efectos del citrato en los riñones sería necesaria una gran cantidad de esta agua con limón”.
Vale mencionar que el agua con limón favorece el equilibrio ácido-base y salud renal. Los expertos en salud reconocen que el agua de limón en ayunas puede ayudar a mantener un equilibrio ácido-base saludable en el cuerpo, lo cual es crucial para el buen funcionamiento de los riñones.
¿Cuánta agua tomar?
En ese sentido, el médico del Servicio de Nefrología del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud, el doctor Mirko Villavicencio Carranza, mencionó que es importante tomar al menos 8 vasos de agua cada día, esto se traduce en aproximadamente dos litros.
“Sin embargo, otros estudios señalan que se debe tomar entre dos litros y medio y tres de agua al día. Además, en algunos casos la tendencia es a aumentar la cantidad, tal como sucede con los deportistas, gestantes o personas que viven en lugares cálidos o padecen de cálculos renales”, afirma.
“También señaló que los niños y ancianos son las personas más propensas a sufrir deshidratación, una causa habitual del daño renal agudo que afecta a 200 personas por millón de habitantes al año, y que puede ser la puerta de entrada a la insuficiencia renal crónica, con la consiguiente necesidad de diálisis permanente y trasplante renal”, registra EsSalud.