El consumo de verduras ayuda a mantener un buen estado de salud y a prevenir enfermedades. La OMS recomienda ingerir por lo menos 400 gramos de verduras y frutas cada día, o cinco porciones de 80 gramos cada una. Según el organismo internacional, la cantidad óptima depende de diversos factores, entre ellos la edad, el sexo y el nivel de actividad física.

Lechuga: Uno de los principales beneficios que hay tras el consumo de lechuga es su participación en la regulación de la sangre, que gracias a sus fibras, contribuye con la pérdida de peso, explica el portal Tua Saúde.

Está compuesta de vitamina C, folatos, clorofila, que funcionan como antioxidantes para proteger las células del cuerpo, exactamente de los radicales libres. Además, tiene la capacidad de combatir el estreñimiento, un trastorno en el cual las heces son grumosas e impiden una fácil evacuación.

Esta verdura está compuesta de vitamina C, folatos, clorofila, que funcionan como antioxidantes para proteger las células del cuerpo. | Foto: Getty Images

Rábano: La Fundación Española de la Nutrición (FEN) señala que el rábano tiene variedades en su especie y pertenece a las crucíferas.

Dentro de los compuestos que más se destacan se encuentra la vitamina C que según MedlinePlus, es considerado un antioxidante que neutraliza los efectos de los radicales libres que dañan las células del cuerpo. Asimismo, menciona que también está compuesto de proteínas. Y aunque es un alimento que no es considerado altamente energético, sí puede ser hidratante por el porcentaje de agua que contiene. Incluso, Business Insider cita el artículo publicado en Nutrients que señala que gracias a las antocianinas, el rábano puede mejorar la sensibilidad a la insulina.

Los rábanos son ricos en vitamina C. | Foto: Getty Images

Espárragos: De acuerdo con un artículo publicado por Mejor con Salud, los espárragos pueden traer ventajas sobre los procesos digestivos, entre ellos, como laxante, que gracias a la fibra que contienen, pueden combatir el estreñimiento y las hemorroides, por ejemplo.

De igual manera, son alimentos ricos en vitamina K, que tal y como lo señala el Office of Dietary Supplements de la National Institutes of Health, es un nutriente importante para el sistema óseo y para el torrente sanguíneo.

Por su parte, la revista Diabetes menciona que los espárragos pueden eliminar las toxinas del cuerpo, que al ser un vegetal sin almidón puede reducir el riesgo incluso de diabetes, y por ende, los altos niveles de azúcar.

Los espárragos tienen un alto contenido de vitamina K | Foto: Libre de derechos

Recomendaciones para reducir la glucosa

La OMS indicó que se ha demostrado que existen algunas medidas simples relacionadas con los hábitos que previenen eficazmente o que retrasan la aparición de la diabetes de tipo 2 y para ayudar a prevenirla y atender sus complicaciones, se deben seguir estas conductas:

  • Conseguir y mantener un peso corporal saludable: El Ministerio de Salud en su página web explicó que se considera un peso saludable aquel que permite que la persona se mantenga en un buen estado de salud y calidad de vida. También se entiende como los valores de peso, dentro de los cuales no existe riesgo para la salud de la persona.
  • Realizar actividad física: Las nuevas directrices de la OMS recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
  • No consumir tabaco, puesto que fumar aumenta el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares. A los 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión arterial y la frecuencia cardíaca se recuperan del pico inducido por el cigarrillo. A los tres meses de haber dejado de fumar, la circulación sanguínea y la función pulmonar comienzan a mejorar y dentro de un año de haber dejado, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad.