La enfermedad de alzheimer, sin duda, tiene una repercusión muy fuerte a cualquier edad. Sin embargo, un estudio reciente sugiere que altas dosis de vitamina B pueden reducir a la mitad la contracción del cerebro en las personas mayores que experimentan algunos signos de la enfermedad.
La investigación, publicada en la revista PLoS One y realizada por científicos del proyecto Oxford para la Investigación de la Memoria y el Envejecimiento (OPTIMA), se basa en el examen de 168 personas mayores que experimentaban cierto nivel de deterioro mental conocido como deterioro cognitivo leve.
Esta condición, marcada por lapsos de memoria y problemas de lenguaje, va más allá del envejecimiento normal y puede ser un precursor de la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia. En el estudio, la mitad de los voluntarios recibieron una tableta diaria conteniendo niveles muy por encima de la cantidad diaria recomendada de la familia B de vitaminas, como el ácido fólico, B6 y B12.
La otra mitad recibió un placebo. Después de dos años, los análisis con resonancia magnética mostraron que la velocidad a la que sus cerebros encogían se había reducido.
Si bien, el cerebro se encoge en promedio a una tasa de 0,5 % al año después de la edad de 60 años, los cerebros de las personas con deterioro cognitivo leve se encogen el doble de rápido, y en los pacientes que sufren alzheimer la contracción aumenta hasta 2,5 % anual.
El equipo de científicos detectó que en las personas que recibieron suplementos de vitamina B, la contracción del cerebro disminuyó entre 30 y 50 % frente a los otros participantes.
La razón por la que esto sucede es que algunas vitaminas del grupo B, como el ácido fólico, la vitamina B6 y la B12, controlan los niveles de una sustancia de la sangre conocida como homocisteína. Los niveles altos de homocisteína están asociados con una contracción más rápida del cerebro y con la enfermedad de Alzheimer.
Los autores del estudio creen que el efecto de las vitaminas B en los niveles de homocisteína fue el efecto que ayudó a frenar el ritmo de la contracción del cerebro. “Estas vitaminas están haciendo algo a la estructura del cerebro”, concluyeron.
Lo están protegiendo, y eso es muy importante porque tenemos que proteger al cerebro para prevenir la enfermedad de Alzheimer, explicó David Smith, director de la investigación. Sin embargo, Smtih y sus colegas advierten que aún se requiere más investigación antes de poder recomendar el suplemento para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.
Otras vitaminas para la memoria
Vitamina D
- Es un nutriente esencial para el estado de ánimo y a menudo se pasa por alto.
- A menudo se fortifica en los alimentos que se consumen.
- Se puede obtener a través de la exposición al sol (principalmente a través de los ojos y la piel), mediante la suplementación adecuada, pescados grasos (atún, caballa y salmón) y alimentos enriquecidos con vitamina D, como algunos productos lácteos, jugo de naranja, hígado de res, queso y yema de huevo.
Vitamina C
- La concentración más alta de esta vitamina se encuentra en el cerebro, especialmente en la glándula pituitaria.
- La vitamina C es importante en la síntesis del neurotransmisor dopamina y también trabaja para proteger al cerebro contra el estrés oxidativo. Se recomienda tomar diariamente alrededor de 90 miligramos de brócoli, coliflor, naranjas, mandarinas o fresas, según el portal vitamínico Vijosa.
Vitamina B12
- El National Institute of Health (NIH) entidad experta en biomedicina e investigación, señala que la vitamina B12 es un nutriente que ayuda a mantener en buen estado la sangre, las células nerviosas, y además, contribuye a la producción de ADN, el material genético de las células.
Vitamina B
- Las vitaminas B son cofactores de nutrientes esenciales para el bienestar del cerebro y la función inmunológica.
- Las vitaminas B son solubles en agua, lo que significa que no se pueden almacenar en el cuerpo; por lo tanto, debe obtenerlos a través de los alimentos que se consumen (o los suplementos) todos los días, según la experta.
- Algunas de las mejores fuentes de vitamina B incluyen carne, aves, pescado, aguacates, frutas cítricas, legumbres, huevos y cereales integrales.