La guayaba es una fruta tropical conocida por su sabor dulce y sus múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, muchos desconocen que la cáscara de esta, la cual suele ser desechada, es una fuente rica de nutrientes esenciales.
Esta parte de la fruta contiene una variedad de vitaminas que contribuyen significativamente al bienestar general, una de ellas es la vitamina C, un poderoso antioxidante que protege al cuerpo contra el daño de los radicales libres, fortalece el sistema inmunológico y ayuda en la reparación de tejidos.
Asimismo, es rica en vitamina A, la cual ayuda a mantener una buena visión, previene la ceguera nocturna y reduce el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con la edad, como las cataratas y la degeneración macular. Además, es importante para el crecimiento y desarrollo celular y la integridad del sistema inmunológico.
La cáscara de guayaba también contiene varias vitaminas del complejo B, como la vitamina B3 (niacina), vitamina B6 (piridoxina) y vitamina B9 (ácido fólico). Estas son esenciales para el metabolismo energético, la producción de glóbulos rojos y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Otra vitamina presente en la cáscara de guayaba es la vitamina E. Este antioxidante liposoluble protege las membranas celulares contra el daño oxidativo y apoya la función inmunológica. La vitamina E también es conocida por sus beneficios para la salud de la piel, ya que ayuda a mantener la hidratación y elasticidad, promoviendo una apariencia juvenil.
Además de su contenido vitamínico, también es una excelente fuente de fibra dietética, la cual es crucial para la salud digestiva, ya que ayuda a regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento.
¿Cómo consumirla?
Para aprovechar al máximo los nutrientes de la cáscara de guayaba, es importante consumir la fruta entera. En principio se debe lavar para eliminar cualquier residuo de pesticidas o contaminantes. La cáscara puede ser consumida directamente junto con la pulpa, agregada a batidos o utilizada en ensaladas y postres.