Cuando la placa bacteriana permanece por mucho tiempo en la boca, esta puede llegar a endurecerse y formar lo que se conoce como sarro o cálculo dental. Por lo general, el sarro no puede ser eliminado con un cepillo de dientes como se quita la placa dental, por lo que requiere en muchos casos de una limpieza profesional.
De acuerdo con el portal Clínica dental EDO, el sarro en los dientes es algo muy común en las personas de todas las edades.
“Según la encuesta de Salud Oral en España (2020), más del 30% de los adolescentes lo padecen, un 67% de los adultos también y más de 70% de los mayores de 65 años sufren esta patología”, indica el portal especializado.
El sitio web también explica que el sarro dental, también conocido como cálculo, es la acumulación de placa bacteriana en los dientes y encías. Es decir, es la mineralización y calcificación de la placa dental, a la que se irán adhiriendo bacterias orales y otras sustancias, como la saliva o el calcio, formando una capa dura y amarillenta. Si no se elimina con una buena higiene dental, provoca su acumulación y posterior cálculo dental.
La Clínica dental EDO asegura: “la placa bacteriana no pone en riesgo solamente la estética dental con la aparición del sarro, sino que también perjudica la salud oral. Puede provocar enfermedades e infecciones bucales como, por ejemplo, caries o enfermedades periodontales”.
Asimismo, existen dos tipos de sarro dependiendo de la zona en la que se acumula. Uno es el supragingival, el cual se acumula sobre la superficie visible de los dientes y encías; el otro es el subgingival, este se acumula por debajo de las encías y no es tan fácil de percibir porque no se ve a simple vista.
Pero, ¿por qué sale sarro en los dientes? Expertos en salud oral indican que una de las principales causas de la aparición del sarro es una mala higiene bucodental. No obstante, otros hábitos también favorecen su acumulación: fumar, usar inadecuada o prolongadamente ciertos colutorios (tratamiento de afecciones bucales), el consumo excesivo de café, vino tinto o té, etc.
Otra causa de la aparición del sarro es la malposición de los dientes. Aquellas personas cuyos dientes no están bien alineados, son más propensas a padecer sarro, pues tienen más dificultades para llegar con el cepillo y eliminar la placa dental.
“A diferencia de la placa bacteriana que se puede eliminar en casa, el sarro dental no puede eliminarse con un cepillado de dientes. Para que no cause problemas mayores, se recomienda acudir a la clínica dental para eliminar el sarro cada 8-10 meses”, recomienda la Clínica dental EDO.
Para este procedimiento, los profesionales en salud oral utilizan un tratamiento llamado tartrectomía o raspado radicular. Este proceso consiste en, primero desintegrar el sarro a través de ultrasonidos con un instrumento especial y, seguidamente, pulen la superficie dental.
“La principal forma de evitar el sarro es manteniendo una higiene bucodental correcta. Para ello, lo ideal es cepillarse los dientes después de cada comida, con un mínimo de dos veces al día. Pero debe hacerse de forma correcta y concienzudamente, sin olvidar el hilo dental o cepillos interproximales”, precisan los expertos.
Para ello, aconsejan dividir la boca en cuatro sectores: dos arriba y dos abajo. Se debe cepillar correctamente cada parte, tomándose en total dos minutos.
También es importante limpiar la lengua, pues en ella se acumula gran cantidad de bacterias. Para limpiarla, hay que cepillarla varias veces desde la parte más interna hasta la punta. Finalmente, se debe cambiar el cepillo de dientes en torno a los 3 meses o antes si nota que las cerdas se abren o están desgastadas.