Lavar la carne antes de cocinarla es un acto que ha sido bastante discutido a lo largo de la historia, pues hay quienes lo hacen asegurando que esto es por higiene y que así se eliminan las bacterias que pueda tener la pieza para su posterior consumo.
En contraste, hay otras personas que actúan como defensores de la idea de no lavar la carne, puesto que aseguran que esto es perjudicial para la salud y que las bacterias que esta pueda tener se eliminan al momento de la cocción, por lo que sería innecesario este procedimiento.
Ante todas las dudas que existen respecto a este tema, la ciencia dio su veredicto sobre si es mejor lavar o no la carne cruda antes de cocinarla dando un rotundo no a este proceso y, en su lugar, recomiendan que directamente esta se deje en la olla destinada para su cocción.
Aunque esta respuesta puede llegar a ser sorpresiva para quienes realizan el lavado de la carne, los expertos dieron la razón que los llevó a dar fe de esta conclusión en el proceso de cocinarla. Se trata de la precaución que se debe tomar con las bacterias que tiene este alimento.
Y es que la carne y aves crudas sí contienen unas bacterias en su superficie que pueden llegar a producir salmonella. Sin embargo, en el momento de abrir la llave para lavarlas lo que hace es que dichos patógenos salgan disparados por toda la cocina.
Esto puede impregnar su ropa, platos que se encuentren cerca y demás alimentos que esté cocinando, es en este punto donde se produce la contaminación cruzada, lo cual puede causarle enfermedades por la causa de estas bacterias.
Es por ello que es de gran importancia evitarlo, puesto que al lavar la carne cruda usted no puede saber hasta dónde se salpican estas bacterias, infectando muchas superficies y ocasionando incluso una intoxicación alimentaria.
¿Qué se debe hacer?
Aunque la ciencia considera que con solo la cocción se pueden eliminar dichas bacterias y no se esparcen al rededor de su cocina, sí usted cree que aún debe lavar la carne cruda, debe tener en cuenta estas recomendaciones al hacerlo:
- No deje platos, ollas o utensilios de cocina al descubierto, pues pueden infectarse.
- Del mismo modo debe despejar la zona de cualquier otro tipo de alimentos.
- No utilice un chorro con gran presión, puesto que este proceso de lavado sin ningún tipo de cuidado o precaución es el que se encargaría de esparcir las bacterias por su cocina.
- Debe lavarlas lo más rápido posible para evitar que las salpicaduras puedan contaminar otras superficies.
- Recuerde que luego de realizar este procedimiento debe asegurarse de limpiar muy bien todas las zonas aledañas.
Sin embargo, los expertos reiteran que el lavado no es necesario. De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) los gérmenes mueren a temperaturas elevadas, superiores a los 60 ºC.
Del mismo modo, se confirma que para garantizar la cocción de estas carnes la principal recomendación es que sean cocinadas en trozos grandes, para el caso de la res, el cordero y el cerdo, estas deben cocinarse a un mínimo de 65 ºC.
Entre tanto, se destaca que para el caso de la carne de aves de corral, como el pollo y el pavo, se deben cocinar a una temperatura mínima de 71 °C. En el caso de que compre la carne y no la vaya a cocinar de inmediato, también hay una recomendación por parte de los expertos y se trata de reservarla en el congelador para evitar cualquier riesgo que pueda tener