La moda de los lentes de contacto de colores fue una opción para realizar un cambio estético temporal. Sin embargo, muchas personas quisieran cambiar su color de iris natural por medio de procedimientos estéticos que, en un principio, son de carácter terapéutico.
En la actualidad muchos influenciadores en redes sociales comparten diferentes procesos que realizan en sus cuerpos. Uno de los más riesgosos e inadecuados es la queropigmentación, una operación que, por medio del láser, busca cambiar el color de los ojos alterando el color natural del mismo. Otro de los casos más comunes por los que naturalmente puede cambiar el iris del ojo, es por alteraciones genéticas como la heterocromía. En estos casos las personas pueden tener los ojos de diferentes colores, pero es algo preestablecido en su base genética.
“El ojo puede cambiar de color cuando hay un ataque del cuerpo hacia su propio tejido, como una atrofia del iris, o por una picadura de abeja, por ejemplo, pues produce una inflamación severa. Cambiará el color del iris, en la gran mayoría de casos a azul, pero se perderá la visión por trauma”, sostiene Liliana Ospina, médica oftalmóloga adscrita a Colsanitas.
Sin embargo, aunque no es posible realizar un cambio de color de ojos sin tener algún tipo de riesgos, existen diferentes procedimientos quirúrgicos para cambiar el color de ojos, la mayoría de ellos, deben realizarse por temas médicos.
Procedimientos quirúrgicos
- Queratopigmentación anular: Esta cirugía se utiliza para mejorar la apariencia de los ojos de pacientes con leucomas o más conocido como opacidad de la córnea, también se utilizan para arreglar la córnea blanca como resultado de alguna enfermedad o trauma. Se basa en aplicar pigmento para cubrir el color de los ojos, un proceso similar al de un tatuaje, la única diferencia es que se utiliza un láser y no agujas. Este cambio de color no es muy notorio, e incluso con el paso de los años puede haber un nivel de despigmentación leve. En Colombia solamente se utilizan pigmentos de color café y negro. Al realizar este procedimiento con un carácter netamente estético, se puede perjudicar directamente el nivel de recuperación y la posibilidad de realizar cirugías de retina o cataratas, que en el futuro podría llegar a requerir el paciente.
- Implantes de color: Este implante siliconado, se ubica entre el iris y la córnea con medidas especiales para cada ojo. Para esto, se debe realizar una incisión. En los casos especiales, donde los pacientes no tienen iris o su ojo no terminó de desarrollarse, se debe trabajar sobre una prótesis que filtre mejor la luz, pues esta puede alterar completamente la visión, sin embargo, esta última no tiene ninguna indicación estética, ya que las complicaciones pueden ser severas, podría llegar a romperse el iris natural y de forma progresiva, dañar gravemente la visión.
- Despigmentación del iris: Esta es una de las técnicas utilizadas para aclarar el color del iris, sin embargo, no se puede obtener una tonalidad definitiva y garantizar un color específico esperado, pues la técnica altera su color por medio de un láser de baja intensidad que, científicamente, no tiene estudios que afirmen su efectividad total. Este procedimiento puede perder la visión por patología a largo plazo o consecuencias como ojo seco, sensibilidad a la luz, reacciones alérgicas, cataratas, obstrucción del drenaje del humor acuoso, glaucoma, uveítis o pérdida de transparencia de la córnea. Si se ha sometido a alguno de estos procedimientos, lo ideal es utilizar lentes de protección permanente, aumentar el consumo de antioxidantes orales y tener un seguimiento oftalmológico constante para tratar de mitigar el daño que se haya podido producir.
“Este procedimiento no es recomendable con fines estéticos. Aunque el pigmento no se pierde, se inhabilita el paso del humor acuoso por la cámara anterior del ojo, dejando sin oxígeno las estructuras del globo ocular. Este procedimiento en ojos sanos puede provocar un aumento de la presión intraocular e incluso, a largo plazo, el desarrollo de glaucoma”, añade la oftalmóloga.
Otra de las formas de cambiar el color de los ojos sin necesidad de operaciones estéticas, se da por medio de los lentes de contacto de colores, sin embargo, un mal cuidado y procedimiento puede generar diferentes consecuencias bacterianas para los ojos. La doctora Ospina, también recomienda que, al comprar los lentes, sea preferiblemente en una óptica, verificar la calidad de los materiales, evitar que estén porosos y tengan la suficiente oxigenación, ya que sin oxígeno, la córnea se vuelve isquémica, o sea, reduce su flujo sanguíneo y le empiezan a salir vasos alrededor lo que forma complicaciones desencadenando enfermedades o alergias. Por último, no olvide siempre retirarlos antes de dormir.