Con la llegada la menopausia, el estado de la salud puede verse alterado a pesar de llevar una vida equilibrada y tener hábitos saludables.
Pero para poder mitigar ese duro impacto de cambios hormonales, solo se debe tener una alimentación que sea rica en vitaminas, proteínas y minerales esenciales.
Vitaminas que no deben faltar a partir de los 50
Tenga presente que de su cuidado dependerá que al llegar a este edad usted se sienta mejor.
Vitamina B12
Es la que se encarga de la síntesis proteica y es la que se requiere para mantener la estructura muscular que tiende a perderse con la llegada de la menopausia.
Esta se encuentra en los alimentos de origen animal como en carnes de ave y pescados. Aunque las personas vegadas también pueden encontrar la en suplementos en cápsulas.
Vitamina B6
Con ella puede estar seguro de realizar una correcta síntesis de neurotransmisores, tan importantes como la serotonina de la cual depende el estatus emocional y el equilibrio psicológico, sobre todo a partir de la época de la perimenopausia y la menopausia.
Y es que es desde ese momento en que el sistema nervioso puede generar una tendencia a procesos de neuroinflamación.
La vitamina B6 se puede encontrar en las frutas cítricas, papas y alimentos con almidón, aves, pescado, y también vísceras.
Vitamina C
Tiene un alto poder antioxidante, por lo que es capaz de estimular el colágeno. A partir de los 25 años su producción disminuye y al llegar a los 50 años la presencia del mismo en el organismo es muy baja.
Cabe mencionar que esta vitamina es muy importante para la estructura de la piel, por lo que se debe mitigar para evitar perder la firmeza.
Quienes llegan a esta edad deben garantizar su ingesta diaria de vitamina C.
Vitamina D y K2
El portal 20 Minutos señala que estas dos vitaminas favorecen la densidad mineral y ósea, por lo que se recomienda una suplementación conjunta.
Las dos vitaminas garantizan la densidad ósea tras la menopausia, lo que evita que haya una predisposición a la osteopenia y a la osteoporosis. Además estos nutrientes están vinculados además a la correcta actividad del sistema inmune, endocrino y neuronal.