La investigación de esta universidad del país de los canguros involucró a 140 adultos de 25 a 65 años con obesidad y sobrepeso. Se les indicó que debían ayunar durante la noche anterior hasta la mañana y luego se les entregó aleatoriamente un refrigerio:
68 personas recibieron almendras.
72 tomaron una barra rica en carbohidratos calóricamente similar a las almendras.
Este estudio también tenía como objetivo medir los cambios hormonales de los asistentes y luego de haber consumido su refrigerio les preguntaron sobre la percepción de su apetito en diferentes momentos (30 minutos, 1 hora, 90 minutos y 2 horas después).
Después de dos horas se les brindó la posibilidad de escoger entre las almendras y los snacks, durante este momento se evaluó su ingesta calórica. El resultado es que 49 de ellos escogieron las almendras y 48 tomaron las barras calóricas.
Durante 30 minutos podían comer todo lo que quisieran y se les preguntó al instante sobre su actual apetito. Los resultados muestran que quienes consumieron las almendras hubo un efecto sobre varias hormonas del hambre.
Regulación en las hormonas del hambre
Al consumir las almendras, otras hormonas dependientes de la glucosa que eliminan el apetito también aumentaron en los consumidores.
Se explica en la investigación que los niveles de glucagón que inducen saciedad aumentaron en un 39%. Las respuestas de otras encimas que retrasan la digestión y, por lo tanto, el consumo de alimentos aumentaron en un 45%.
Pero este no es un efecto exclusivo de las almendras, también hay otros frutos secos como las nueces, pistachos y demás que pueden incidir en las hormonas que regulan el apetito de las personas.
Conclusión de este estudio
Cabe resaltar que aunque los participantes del estudio no manifestaron sentirse conscientemente menos hambrientos, para los investigadores de la universidad no es algo relevante en el trabajo.
Uno de los investigadores comentó: “Solo un puñado de estudios probaron previamente el papel del consumo de frutos secos en el control del apetito. Sin embargo, no todos los estudios informaron los efectos beneficiosos del consumo de nueces sobre las hormonas reguladoras del apetito con diferentes respuestas, quizá debido a las diferencias en el estudio y el estado de salud de quienes participan en los ensayos”.
Prevenir enfermedades del corazón
Este fruto seco tiene propiedades antioxidantes que son beneficiosos para controlar procesos inflamatorios del cuerpo, además del estrés oxidativo, el cual ayuda a desarrollar el envejecimiento de tejidos y células, de acuerdo con la información del portal Mejor con Salud.
Consumir nueces diariamente ayuda a prevenir la osteoporosis y preservar las células de la piel. Se dice que ingerir nueces en pequeñas cantidades también contribuye a saciar el apetito y evitar consumir alimentos que no son del todo saludables, sino que, por el contrario, pueden ser dañino para la salud, como productos o alimentos con exceso en calorías.
Y es que para que el organismo pueda aprovechar realmente todas las propiedades nutritivas de las nueces, se recomienda consumir entre 20 a 30 gramos, es decir, que 3 o 4 cantidades distribuidas durante el día.
Entre las ventajas y beneficios que tiene la nuez, está el hecho de que este fruto seco ayuda a controlar los altos niveles de colesterol LDL, conocido como el colesterol “malo”, el cual puede ser un factor de alerta para enfermedades como la ateroesclerosis y los accidentes cerebrovasculares.