El síndrome de Guillain-Barré, es una patología poco usual en el que sistema inmunitario ataca parte del sistema nervioso periférico. Es decir, que puede afectar a los nervios que controlan los movimientos del cuerpo, al actuar directamente en los músculos, además afecta a los nervios que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles.
Padecer de este síndrome puede generar debilidad muscular, pérdida de sensibilidad en las extremidades y ocasionar problemas para deglutir o respirar. Aunque esta rara enfermedad puede afectar a personas de todas las edades, esta se da más frecuentemente en adultos y en personas de género masculino.
Los síntomas del síndrome de Guillain-Barré no duran mucho tiempo, sino solo durante unas pocas semanas, y en la mayoría de pacientes se presenta una recuperación sin complicaciones neurológicas graves a largo plazo. Aunque hay algunos casos que necesitan mayor atención.
Los primeros síntomas de esta patología incluyen debilidad o una sensación de hormigueo en las piernas y pueden extenderse a los brazos y a la cara. Hay ciertos pacientes que pueden desarrollar parálisis en las piernas, los brazos o los músculos faciales. Asimismo, un tercio de los pacientes presentan afección en los músculos torácicos, lo que dificulta la respiración y la capacidad de ingerir alimentos.
En los casos más graves del síndrome, la capacidad para hablar pueden verse afectadas y esos son los casos de alarma, ya que se consideran potencialmente mortales, en los que los pacientes deben recibir tratamientos intensivos.
Generalmente, las personas que desarrollan esto se recuperan totalmente, aunque presente alguno de los casos extremos descritos anteriormente; solo en pocos casos el paciente siguen presentando debilidad.
De hecho, en algunos entornos favorables, son pocas las personas con ese síndrome que muere por las complicaciones, que incluye la incapacidad de los músculos para permanecer estables, así como la dificultad respiratoria.