La pérdida de balance entre los antioxidantes en el cuerpo y los radicales libres - culpables de dañar y modificar la estructura y funcionamiento de las células (oxidar) - generan lo que se llama ‘estrés oxidativo’, aumentando así la predisposición del cuerpo humano, para desencadenar diferentes enfermedades, entre ellas las infecciones respiratorias.
De acuerdo con el doctor Dario Londoño, médico neumólogo de la Fundación Santa Fe de Bogotá, “es importante evitar comprometer nuestra salud respiratoria, reconociendo que hay signos no visibles como el aumento de la producción de moco, la inflamación y la replicación viral, que indican que hay un nivel alto de oxidación en nuestro sistema respiratorio”.
Hiperproducción de moco
Además, como consecuencia del incremento de las secreciones, se puede aumentar hasta en un 15% la concentración de los mocos sólidos, dificultando aún más la respiración, haciendo que el uso de mucolíticos sea necesario para reducir la viscosidad y la secreción de los mocos.
Inflamación
En el caso de las enfermedades respiratorias agudas o crónicas, la inflamación puede ser causada por una amplia variedad de factores como: infecciones por bacterias o virus, al igual que factores ambientales como la contaminación, el cigarrillo o irritantes que se encuentran en el ambiente.
La inflamación asociada con enfermedades respiratorias agudas y crónicas puede causar síntomas como tos, producción de mucosidad (esputo), cansancio, dificultad para respirar, fiebre ligera, escalofríos, y molestia en el pecho.
“Para controlar los síntomas y mejorar la función pulmonar “se recomienda una buena hidratación, acompañada del manejo sintomático de la fiebre, dolor y el uso de la N-acetilcisteína, como mucolítico con efecto antioxidante, como terapia complementaria. Cuando las personas presentan enfermedades respiratorias agudas, su función mucolítica favorece la descongestión de las vías respiratorias, al reducir la viscosidad y secreción del moco, facilitando así su expulsión. En condiciones crónicas, también se recomienda por su mecanismo de acción antioxidante, que ha demostrado ser útil para controlar el efecto oxidativo en las células respiratorias - culpables de causar algunas de las enfermedades y por su acción antiinflamatoria protectora de las vías respiratorias frente a la agresión por diferentes exposiciones”, asegura el especialista Londoño.
Replicación viral
El estrés oxidativo puede aumentar la replicación viral entre un 100% a 200%, debido al daño ocasionado en las células respiratorias, aumentando así el riesgo de contagio de enfermedades respiratorias por virus.
Según el boletín epidemiológico de la semana 34 del Instituto Nacional de Salud de Colombia, durante este 2023 en el país los casos de hospitalización por enfermedades respiratorias agudas, han estado por arriba del promedio de los últimos 5 años en el país. En este caso, los grupos de mayor riesgo, son los adultos mayores de 60 años que representaron el 31,6 % (832 casos); seguido de los menores de un año que representaron el 28,4 % (746 casos).
Dentro de las hospitalizaciones que se están presentando con mayor proporción y que ocurren en la unidad de cuidados intensivos e intermedio, el 28,6 % corresponden a niños menores de un año y 25,3 % a niños entre 1 a 4 años.
Una de las principales causas de la IRA, son las infecciones virales, que han venido en aumento durante todo el año, siendo los principales en este momento, el virus sincitial respiratorio (VSR) en un 23.6%, rinovirus el 17,0% y enterovirus el 17,0%.
Cuando se presentan síntomas de fiebre, malestar general, congestión, secreción nasal, tos, dolor de garganta, expectoración y dificultad para respirar, hay que estar atentos, porque por lo general es una alarma de detección de infección respiratoria aguda (IRA), como consecuencia de los altos niveles de oxidación en el cuerpo.
Si los síntomas persisten, una vez realizado el manejo sintomático en casa y manteniendo una buena hidratación, es importante hacer la solicitud de una consulta médica de manera oportuna, con el objetivo de que el médico tratante pueda implementar estrategias de tratamiento, que permitan aliviar los síntomas y prevenir la transmisión de virus causantes de enfermedades respiratorias agudas.