La Clínica Mayo compara el hígado con un balón de fútbol americano que se ubica en la parte superior derecha del abdomen. Su función a destacar es la limpieza de la sangre, ya que colabora en la eliminación de las toxinas que en ella se encuentran.
Sin embargo, tiene otros roles; KidsHealth explica que el hígado hace un proceso con aquellos alimentos que pueden ser saludables para el resto del cuerpo. Además, guarda el glucógeno y produce la bilis, misma que tiene la capacidad de absorber la grasa. También, es uno de los protagonistas en la producción de colesterol HDL, considerado bueno para el organismo.
Es entonces que si un plan de alimentación no es equilibrado, puede poner en riesgo las funciones hepáticas, provocando enfermedades. No obstante, es importante destacar que la hepatitis en sus tres versiones (A, B y C) es la afección que más se conoce y aqueja el hígado, que tiene como síntoma principal la inflamación de este.
Los alimentos que dañan el hígado
Si bien es cierto que todos aquellos productos ricos en grasa saturada no son solo dañinos para el hígado, sino para el organismo en general, se recomienda evitar su consumo o reducirlo, porque las enfermedades hepáticas no son las únicas asociadas, sino todas aquellas que afectan el corazón.
El portal Salud 180 precisa que los siguientes alimentos son agentes dañinos para la salud del hígado, como por ejemplo:
- La sal: la OMS señala que el “elevado consumo de sodio (...) contribuye a la hipertensión arterial y aumenta el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular”, lo que no significa que se elimine su consumo, sino que se reduzca. Cuando la presión arterial es alta aumentan las probabilidades de tener hígado graso.
- Bebidas alcohólicas: una de las principales funciones del hígado es descomponer el alcohol que se ingiere; sin embargo, estas sustancias son perjudiciales y alteran su estructura, causando inflamación, asegura la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus.
- Comidas chatarras: el consumo excesivo de este tipo de comidas es perjudicial para el organismo, y por ende, para el hígado, por el tipo de grasas y pocos nutrientes que contienen, lo que ocasiona que este se cargue. Además, estos alimentos inciden en el incremento de los triglicéridos.
- Alimentos azucarados: el azúcar es importante para el cuerpo, no obstante, este se puede obtener de forma natural y no artificial, ya que el segundo puede dañar las células del cerebro, explica el Instituto Nacional del Cáncer. El cuerpo necesita azúcar porque de éste, obtiene energía.
- Chicharrón
- Manteca
- Salami
MedlinePlus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, advierte que aunque el hígado es capaz de descomponer el alcohol con éxito, una vez finaliza ese proceso pueden producirse otras sustancias que resultan especialmente dañinas para el cuerpo.
“Estas sustancias pueden dañar las células del hígado, provocar inflamación y debilitar las defensas naturales del cuerpo. Cuanto más alcohol usted bebe, más daña su hígado”, señala MedlinePlus.
Tanto es así que hay una enfermedad conocida como “hígado graso por alcohol”, que se presenta cuando las personas beben de forma desaforada. Se trata de una condición de salud previa a la hepatopatía alcohólica que, si no se controla, puede terminar en una hepatitis alcohólica o una cirrosis.
“Si decides tomar alcohol, hazlo con moderación”, recomienda finalmente la Fundación Mexicana para la Salud Hepática.
De acuerdo con el portal web Soy Vida, existen algunos síntomas específicos que se pueden presentar y son característicos del hígado graso por el consumo excesivo de alcohol:
- Coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos.
- Hinchazón en las piernas, los tobillos y los pies, debido a la acumulación de líquidos.
- Ataques de temperatura alta y escalofríos.
- Picazón en la piel.