Desde hace algunos años el movimiento healthy ha ido tomando fuerza, desde la alimentación hasta los productos cosméticos que se utilizan en la cotidianidad. Buscando cuidar el cuerpo, algunos estudios han señalado que existe la posibilidad de una posible conexión entre el cáncer de seno y el uso de antitranspirantes o desodorantes en las axilas.
Un grupo de científicos de la Universidad de Keele en el Reino Unido publicó un informe en el que sugería una posible relación entre el uso de antitranspirantes y el desarrollo de cáncer de mama. En el estudio, se observó que 17 mujeres que se habían sometido a una mastectomía tenían niveles elevados de aluminio en los tejidos mamarios, una sustancia que constituye el 90% de los antitranspirantes.
Además, el Instituto Nacional de Cáncer presentó algunos estudios que señalaron que los desodorantes están compuestos de aluminio para formar una capa temporal en los conductos del sudor y así detener el flujo de sudor hacia la superficie. En ese sentido, como este producto se aplica constantemente en la piel, se cree que este elemento podría ser absorbido y tener efectos hormonales.
“Ya que el estrógeno puede fomentar el crecimiento de células de cáncer de seno, algunos científicos sugieren que los compuestos de aluminio en los antitranspirantes pueden contribuir a la formación del cáncer de seno”, explicó el instituto.
Sin embargo, ante estos informes, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI) salió a aclarar que ni este estudio ni otros relacionaban el uso de antitranspirantes en las axilas con el cáncer de mama y que los resultados eran contradictorios. Con estos surge entonces la pregunta, ¿es cierto que estos productos antitranspirantes pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades malignas en los seres humanos?.
La polémica sobre el uso del desodorante inició hace algunos años, cuando Cameron Diaz hizo unas declaraciones en las que afirmaba que llevaba 20 años sin usar desodorante debido a los posibles efectos perjudiciales para la salud.
Así como la actriz de La Máscara, son varios los famosos que no utilizan antitranspirantes como: Bradley Cooper, Julia Roberts, Diane Kruger, Leonardo DiCaprio. Incluso Recientemente, la actriz colombiana Laura Londoño reveló que ha decidido prescindir de los antitranspirantes durante los últimos 10 años debido a la creencia de que están asociados con el cáncer de seno.
En sus publicaciones en redes sociales, Londoño compartió que se dio cuenta de que los antitranspirantes, específicamente, están vinculados con el cáncer de mama. Por esta razón, decidió evitar su uso, aunque aclaró que no tiene objeciones respecto a los desodorantes en sí.
Otra influyente figura que también ha optado por dejar de utilizar antitranspirantes es la conocida influencer Paula Galindo, más conocida como ‘Pautips’. En un video en su cuenta de TikTok, mencionó que desde que dejó de usar antitranspirantes, ha notado que sus axilas ya no tienen mal olor y que ha desaparecido la aparición de manchas en esa área.
¿Cuáles son los componentes dañinos de los desodorantes?
Mientras que los desodorantes no contienen sales de aluminio y se encargan de eliminar las bacterias que causan el mal olor del sudor, los antitranspirantes buscan reducir la sudoración generada por las glándulas de las axilas.
José Antonio Villegas, médico y miembro de la Academia de Medicina de Murcia, afirma que “la toxicidad del aluminio es un hecho comprobado”, pero que no se puede considerar el uso de desodorantes como una causa directa del cáncer de mama, aunque sí puede ser un factor que se relacione con esta enfermedad, no es completamente culpable.
Villegas explica que la vía dérmica (a través de la piel) no es la más propicia para el desarrollo del cáncer, aunque es la más directa. El uso continuo de antitranspirantes podría ser un factor que, combinado con muchos otros, podría favorecer la aparición del cáncer de mama.
Reconoce que sí hay evidencia de esta relación en estudios realizados en animales, lo que hace interesante profundizar y analizar este tema en seres humanos. Sin embargo, destaca que la investigación científica requiere de una fuerte inversión económica, y en este caso, la industria del aluminio no estaría interesada en patrocinar estos estudios ni ejercer presión para que no se realicen.
En una revisión publicada en 2014, la Asociación Española contra el Cáncer menciona que los desodorantes antitranspirantes no se encuentran entre los factores más graves en relación con el cáncer, lo que ha tranquilizado a muchas personas y ha disminuido el temor en la sociedad, a pesar de la existencia de estudios contradictorios como el mencionado anteriormente.