La canela es una de las especias más utilizadas alrededor del mundo, como condimento en diferentes recetas, pero también por sus múltiples beneficios para la salud. Esta rama procede de la corteza del canelo, un árbol tropical originario de Sri Lanka que se caracteriza por su aroma.
Para obtener la canela, cada dos años se extrae la corteza interna del árbol, en la cual se encuentran sus compuestos antisépticos y digestivos. De ahí, se deja fermentar durante 24 horas y se raspa la capa externa.
Aunque la canela tiene múltiples beneficios para la salud, en ocasiones no es recomendado consumirla, especialmente si hay prescripciones médicas de base. A continuación, tres casos en los que debería cuidar su consumo de este condimento:
Si tiene alergia a la canela
La razón primordial por la que es necesario suspender o evitar el consumo de canela es en caso de presentar alguna alergia a este ingrediente. En estos casos, es probable que manifieste molestias en la boca, la garganta y el sistema respiratorio.
Por esa razón, si usted nota algún cambio en su cuerpo por el consumo de canela, la recomendación es dejar de incluirla en recetas. No obstante, la mejor respuesta siempre la tendrá un especialista, por lo que es clave consultar con el médico, quien determinará si en realidad es una reacción alérgica.
En caso de tener daño hepático
Esta especia cuenta con un compuesto llamado cumarina que podría llegar a causar un sobreesfuerzo en el hígado e incluso llegar a alterar el funcionamiento correcto de este órgano. Por esa razón, si presenta enfermedades relacionadas con el órgano o algún tipo de daño hepático por enfermedades anteriores, lo ideal sería evitar su consumo.
Bajo tratamiento por diabetes
También las personas que se encuentren bajo tratamiento por diabetes, con insulina u otro medicamento con el que busquen controlar los niveles de glucosa en la sangre deberían evitar el consumo de canela.
Aunque algunos estudios científicos intentan demostrar que la canela podría tener beneficios para las personas que sufren de diabetes, lo cierto es que la canela podría tener interacciones adversas con los tratamientos mencionados. Por esa razón, es ideal consultar con un médico si es favorable el uso de la canela en este tipo de paciente.
La canela, conocida por su sabor distintivo y su aroma reconfortante, se ha utilizado en diversas culturas como una especia y como una planta medicinal desde hace siglos. En los últimos años, ha surgido un creciente interés en su potencial para ayudar a controlar el azúcar en la sangre, especialmente en personas con diabetes tipo 2.
Varios estudios científicos han examinado los posibles efectos de la canela en el metabolismo de la glucosa y han arrojado resultados prometedores. Según la Asociación Americana de Diabetes, se ha observado que la canela puede mejorar la sensibilidad a la insulina, una hormona crucial en el metabolismo de la glucosa. Esto significa que el cuerpo puede utilizar la insulina de manera más efectiva, lo que ayuda a mantener los niveles de azúcar en la sangre estables.
Se cree que los componentes activos de la canela, como el cinamaldehído, pueden tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que contribuyen a su efecto regulador en los niveles de azúcar en la sangre. Estas propiedades podrían ayudar a reducir la resistencia a la insulina y mejorar la absorción de glucosa por parte de las células.
La forma en que se consume la canela también es relevante. Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, se recomienda consumir de 1 a 6 gramos de canela al día para obtener posibles beneficios en la regulación del azúcar en la sangre. Esto se puede lograr agregando canela en polvo a alimentos y bebidas, como batidos, yogur, café o té, o incluso espolvoreándola sobre frutas y cereales.