La flora intestinal o microbiota es un conjunto de microorganismos que viven en simbiosis en el intestino. Está compuesta por aproximadamente cien billones de bacterias beneficiosas, una cifra diez veces mayor que el número de células presentes en nuestro cuerpo.
El intestino es el órgano que tiene más contacto con el exterior y, por esa razón, es el más susceptible de ser atacado por agresiones externas, por lo que los componentes de la flora intestinal se destacan entre las herramientas de defensa de este órgano.
Según explica el portal de salud Cuídate Plus, el término de flora intestinal proviene de la creencia de que estos microorganismos pertenecían al reino vegetal. La microbiota intestinal “es el conjunto de microorganismos o bacterias que viven en el intestino, siendo los lactobacilos y las bifidobacterias las predominantes”.
Tener una flora intestinal saludable protege el cuerpo de microorganismos patógenos que puedan alterar el equilibrio, pues ejerce un efecto barrera para el sistema inmune. Por sus funciones para la nutrición, la regulación de la inmunidad y la inflamación sistémica, la microbiota puede ser considerada un órgano metabólico.
¿Qué altera la flora intestinal?
Existen muchos factores que pueden alterar la microbiota. Algunas de las causas son:
- Una alimentación inadecuada, pues una dieta pobre en fibra y un exceso de carnes, grasas y azucares afectan negativamente la flora.
- Malos hábitos como el sedentarismo, el estrés, el alcohol y el tabaco, el insomnio y las rutinas de sueño irregulares.
- El envejecimiento. La edad constituye otro factor de riesgo, pues se dice que a partir de los 60 años desciende el número de bacterias beneficiosas.
- Infecciones víricas o bacterianas y otras enfermedades digestivas. La colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, entre otras, son susceptibles de alterar la flora intestinal.
- Tratamientos postoperatorios como la radioterapia o en sí la cirugía.
- Algunos medicamentos. El consumo de antibióticos puede provocar igualmente desequilibrios en la flora intestinal. Estos medicamentos son muy necesarios en casos de infección, teniendo en cuenta que se encargan de eliminar bacterias.
¿Qué alimentos benefician la flora intestinal?
Para mejorar la microbiota intestinal, es importante incorporar a la alimentación prebióticos y probióticos y conseguir un equilibrio entre ambos. Por un lado, los prebióticos sirven como alimentos para las bacterias beneficiosas que albergamos en nuestro intestino, por lo que son alimentos ricos en fibra soluble.
Así, los alimentos que pueden mejorar la salud intestinal son:
- Frutas y verduras.
- Cereales integrales.
- Legumbres.
Por ende, una alimentación saludable debe incluir cinco raciones de frutas y verduras al día, además de legumbres como aporte de proteína vegetal al menos dos o tres veces por semana y cereales integrales, alimentos que estimulan a las bacterias beneficiosas del intestino.
Los prebióticos pueden mejorar el tránsito intestinal, contribuyendo a reducir el estreñimiento o la diarrea y a mejorar ciertos trastornos asociados al síndrome del colon irritable. Mientras tanto, los alimentos probióticos contienen microorganismos vivos y su objetivo es mantener o mejorar la microbiota intestinal.
Alimentos que dañan la microbiota
Así como existen alimentos que favorecen la salud de la microbiota intestinal y evitan la proliferación de bacterias patógenas, hay otros que pueden ejercer el papel contrario, al reducir o dañar esa flora tan importante. Entre estos se encuentran:
- Alimentos ultraprocesados, como las carnes procesadas.
- El consumo elevado de conservantes, como emulsionantes o edulcorantes artificiales, presentes en salsas y helados.
- Alcohol en exceso.
- Refrescos azucarados, como los zumos de fruta envasados, o con gas y las bebidas isotónicas.