Más allá de ser un factor estético negativo, el mal aliento es una afección a la que hay que prestar mucha atención, debido a que puede ser el reflejo de una situación adversa, en diferentes partes del organismo.
El mal aliento es también conocido como halitosis y se caracteriza por producir un olor desagradable en la boca. Se trata sin duda de una situación extremadamente incómoda, ya que quienes la sufren tienden a perder confianza en sí mismos, lo que les dificulta convivir en su entorno social.
Higiene oral
En este punto, debe tener en cuenta que la acumulación de bacterias en la boca es la causa más común del mal aliento. Estas bacterias pueden generar los compuestos sulfurados volátiles que causan el mal olor debido a la descomposición de los alimentos que se ingieren.
Por esto, la higiene oral es fundamental para evitar este mal. Para esto debe cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental todos los días para eliminar los restos de comida entre los dientes. Además, se recomienda el uso de un enjuague bucal antibacteriano.
Hidratarse
Tener la boca reseca aumenta la proliferación de bacterias que generan un olor poco agradable. De esta manera, se recomienda mantener la boca húmeda, ya que promueve una producción adecuada de saliva.
Malos hábitos
Fumar o consumir alcohol generan un cierto olor particular, el cual es muy difícil de esconder. Los productos químicos de los cigarrillos pueden secar la boca y hacer que las bacterias que producen mal olor prosperen. El tabaquismo también puede causar daño en las encías y enfermedades periodontales, que también contribuyen al mal aliento.