Cuando la personas comen, el cuerpo convierte todas las calorías que no necesite usar de inmediato en triglicéridos y estos se almacenan en las células grasas, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, explicó que si se ingieren más calorías de las que se queman, en particular de alimentos ricos en carbohidratos, se puede tener los triglicéridos altos (hipertrigliceridemia), pero la única forma de conocer los niveles es a través de exámenes de sangre.
De hecho, según la entidad sin ánimo de lucro, los rangos saludables son:
- Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dl), o menos de 1.7 milimoles por litro (mmol/l)
- Límite: 150 a 199 mg/dl (1,8 a 2,2 mmol/l)
- Alto: 200 a 499 mg/dl (2,3 a 5,6 mmol/L)
- Muy alto: 500 mg/dl o más (5.7 mmol/l o más)
No obstante, si los niveles salen elevados, es importante tener cambios en los hábitos, y adicional, es importante consumir alimentos que ayuden a reducir los triglicéridos, como, por ejemplo, el ajo, una especia que “ayuda reducir los niveles de colesterol “malo” LDL y los triglicéridos en la sangre debido a que inhiben su oxidación, reduciendo así el riesgo de sufrir aterosclerosis”, según explicó el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde.
Información nutricional por 100 gramos de ajo
- Energía: 113 calorías
- Proteína: 7 g
- Carbohidratos: 23,9 g
- Grasas: 0,2 g
- Fibras: 4,3 g
- Vitamina C: 17 mg
- Magnesio: 21 mg
- Selenio: 14,2 mcg
- Calcio: 14 mg
- Potasio: 535 mg
- Fósforo: 14 mg
- Sodio: 10 mg
- Hierro: 0,8 mg
- Alicina: 225 mg
- Colina: 23,2 mg
Respecto al consumo, el portal indicó que la American Dietetic Association (ADA) recomienda consumir un diente de ajo fresco crudo por día.
“El ajo debe consumirse triturado, partido, cortado o amasado, debiendo dejarlo reposar durante diez minutos antes de utilizarlo. Esto es importante debido a que durante estos procesos se liberan y se activan los componentes sulfurados del ajo, como la alicina, la aliina y el ajoene del interior de la célula, aumentando su concentración y potenciando sus beneficios”, puntualizó Tua Saúde.
Asimismo, añadió que “el ajo puede ser utilizado para sazonar carnes, pastas, ensaladas y para preparar salsas y patés. Además de esto, también se puede preparar en forma de té o como agua de ajo para obtener sus beneficios de disminuir el colesterol y proteger el corazón”.
Ahora bien, para que el consumo de ajo surja efecto, hay que seguir otras recomendaciones como:
1. Tener una buena alimentación: según el Ministerio de Salud, la alimentación saludable es aquella que proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo, conservar o restablecer la salud, minimizar el riesgo de enfermedades, garantizar la reproducción, gestación, lactancia, desarrollo y crecimiento adecuado. Por ello, para lograrlo, es necesario el consumo diario de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, leche, carnes, aves y pescado y aceite vegetal en cantidades adecuadas y variadas.
2. Hacer ejercicio: hay que tratar de hacer un total de al menos 150 minutos de actividad aeróbica de moderada intensidad o 75 minutos de alta intensidad cada semana, o una combinación de ambos.
4. No fumar.
5. Evitar el consumo de alcohol.
De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia consultar a un experto de la salud para que sea este quien explique el tema mencionado.